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Reportaje:Ida de los octavos de final de la Liga de Campeones

Apuñalado un hincha del Madrid

Los enfrentamientos previos entre aficiones se saldan con un radical italiano detenido

Eleonora Giovio

La última vez que el Madrid visitó el Olímpico de Roma-en octubre en el partido de liguilla contra el Lazio- los Ultrasur la liaron. Los radicales blancos, hermanados con los del Lazio, consiguieron entrar al campo con bengalas desatando el pánico entre las fuerzas de seguridad. Ayer no pasó nada de eso.

Pero sí hubo incidentes y enfrentamientos fuera del estadio entre las dos aficiones. Un hincha del Madrid fue apuñalado en la Plaza Mancini, en pleno centro de la capital, mientras se dirigía al campo con otros seguidores. Recibió varios cortes de arma blanca en los glúteos y fue trasladado a un hospital.

No fue el único incidente previo al encuentro. Pocos minutos antes del comienzo, la policía detuvo a un aficionado del Roma mientras intentaba lanzar piedras contra seguidores del Madrid en la zona del estadio reservada a los visitantes. Varios radicales intentaron colorarse en la zona de acceso de los ultras blancos y fueron parados por la policía.

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Ninguno de ellos pudo ver el tempranero gol de Raúl. Era el primero que recibía el Roma en su estadio esta temporada en Champions.

El capitán blanco había advertido en la víspera del partido que había llegado la hora de la verdad para el Real Madrid. Nadie mejor que él para explicar que había llegado la hora de que los jugadores demostraran que, además de sentirse preparados para superar la eliminatoria, podían hacerlo.

"Será una prueba para saber si estamos capacitados para conseguir los grandes retos que nos hemos propuesto. Uno de ellos es recuperar el prestigio que hemos perdido en Europa. Eso de que estamos a la altura de las exigencias no tiene que quedarse en unas simples palabras sino que tiene que transformarse en hechos", afirmó Raúl. El capitán intentó demostrarlo, peinando un pase de Guti lanzado por Robben en una jugada empezada por Torres en la banda izquierda.

El conjunto de Schuster demostró que estaba a la altura desarrollando con autoridad su juego y dejando poco margen de maniobra al Roma. Pero, chocó contra un equipo que ayer sí jugó como un equipo italiano: dos remates a puerta, dos goles. Lo que se denomina eficacia italiana. Además, remontó, algo que casi nunca suele hacer.

Todos esperaban a Totti, pero aparecieron Pizarro y, cómo no, Mancini. El capitán giallorosso había compartido portada en La Gazzetta dello Sport con Marco Materazzi. Al lado de sus fotos, un titular que no necesitaba explicación: "Ha llegado la hora de la verdad para los equipos italianos". El interista fue expulsado en Anfield a la media hora y Totti no encontró la brújula. Y eso que ayer se le esperaba más que cualquier otra noche en un duelo de banderas, de grandes capitanes. Totti contra Raúl, que el día antes del partido le había halagado públicamente. "Totti es el que pone la magia en este equipo". El capitán no respondió. "Jugamos con diez", se quejaban unos y otros en las gradas.

Pero cuando no está el diez del Roma, siempre está Mancini. El brasileño anotó el segundo tanto y dio el pase del primero. Velocísimo, como se temían Di Stéfano y Bernd Schuster. Demasiado, incluso para Sergio Ramos.

Un grupo de los Ultra Sur, en la grada.
Un grupo de los Ultra Sur, en la grada.ASSOCIATED PRESS

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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