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Crónica:24ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un Aquiles con dos talones

El Betis remonta frente a un Madrid vulnerable en los laterales y que lleva dos derrotas consecutivas fuera

Aquiles tenía la debilidad del talón por el que le agarró su madre cuando le sumergió en la invulnerabilidad. El Madrid, que ya lleva dos derrotas consecutivas fuera, tuvo ayer por lo menos dos. Los claros son los fallos de sus laterales, pero tampoco el resto del equipo estuvo a la altura del inesperado reto que le planteó el Betis.

BETIS 2 - REAL MADRID 1

Betis: Ricardo; Damià, Juanito, Melli, Fernando Vega; Arzu, Rivera, Edu (Caffa, m. 87), Capi (Sobis, m. 58), Mark González; y Pavone (Juande, m. 73). No utilizados: Casto; Odonkor, Juande, Ilic y Somoza.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Ramos, Cannavaro, Marcelo; Gago, Guti, Baptista (Higuaín, m. 58); Drenthe (Van Nistelrooy, m. 60), Robben y Raúl (Balboa, m. 78). No utilizados: Dudek; Torres, Diarra y Soldado.

Goles: 0-1. M. 5. Drenthe, a pase de Robben. 1-1. M. 31. Edu, de cabeza. 2-1. M. 36. Mark González.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Gago, Marcelo, Arzu, Baptista, Robben, Sergio Ramos, Melli y Rivera.

Unos 50.000 espectadores en el estadio Ruiz de Lopera.

Aparte de la fe bética, no se puede olvidar el pésimo trabajo de Salgado y Marcelo
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El Madrid pincha ante el Betis

El Madrid creyó haberse encontrado con el partido muy pronto cuando lo único que había hecho era protagonizar el marcador. Tras las carreras apresuradas y voluntariosas que suelen protagonizar los anfitriones en duelos de alto voltaje, Gago se imaginó la carrera de Robben por la banda derecha y puso la pelota donde anticipó que la deseaba el holandés, que dejó dos defensores en evidencia antes de centrar al segundo palo, en el que Drenthe sólo tuvo que empujar la pelota a la red. El sopapo fue tal que a casi todos les pareció que el partido se acababa en ese minuto 5. El Madrid se mostró majestuoso, colosal, hasta un punto sobrado, deleitándose con las creaciones de Guti, las ganas de Robben y la fuerza de Drenthe y Baptista. El holandés estuvo eléctrico desde el calentamiento previo, que decidió prolongar en intensidad y duración al de sus compañeros. Aparte del gol, Robben encabezó las acciones de peligro que entre Guti y él inventaron.

El Betis parecía un pelele cualquiera. Era un pelele en manos de un equipo con un fútbol inmensamente superior, pero si alguien decide acometer la titánica tarea de analizar al Betis lo primero que tendrá que desechar es la lógica. El Betis y su estadio pertenecen al mundo de lo emotivo, de lo metafísico en su sentido más estricto. Con lo que tiene —prácticamente, se reduce al trabajo de hurón de Pavone y la clase que le queda a Edu—, con una de las pocas jugadas que le han salido bien en la temporada a los verdiblancos, voltearon el encuentro. Primero fue Pavone, que estiró su posición hacia su izquierda y centró para que Edu cabeceara a la red. Apenas cuatro minutos después, fue el brasileño el que repitió pase a la olla para que Mark González repitiera su remate anterior. Y su gol, claro. Aparte de la fe verdiblanca, no se puede olvidar el pésimo trabajo de Salgado y Marcelo en ambas jugadas. Uno está en el declive de su larga carrera y otro en el principio de otra que también se presume longeva y fructífera, pero lo que no están ninguno de los dos es a la altura del desempeño de sus compañeros. Quizá, especialmente en el caso del lateral brasileño, tampoco demuestran la profesionalidad de éstos. El brasileño ha sido más eficaz en la fotogenia que en el corte o el despeje en lo que lleva en el Madrid.

Tras el revolcón en el marcador, obviamente, el partido fue otro. El Madrid perdió la calma, lo que se suele traducir en la pérdida también de la importancia de sus jugadores de creación, casos de Guti y Gago. Y así comenzó la segunda mitad. El Madrid salió a achuchar, con la calidad circunscrita a la decisión de sus poseedores más que a la pizarra. Y a punto estuvo el Betis de sacar tajada de esto también. Paco Chaparro debió de citarles la lista de héroes verdiblancos, cantarles arengas de guerra y hasta pedir el apoyo de algún integrante del santoral durante el descanso. Y los suyos salieron dispuestos pelear hasta el fin de su resuello.

El fútbol a toque de corneta se llevó por delante a futbolistas como Drenthe, Baptista, Raúl o Robben, al que el árbitro le perdonó la segunda amarilla tras patear el pecho de Ricardo. En las filas del Betis, Edu y Mark González se arrastraban, pero intimidaban más incluso que Van Nistelrooy, que estrelló un balón en el palo. El árbitro prolongó seis minutos el asunto y llegaron los calentones. Pero el resultado fue el mismo. El Betis fue más Betis que nunca y el Madrid nunca supo leerle.

Casillas, tras uno de los goles del Betis.
Casillas, tras uno de los goles del Betis.EEF
Los verdiblancos tumban a un Madrid dormido en cinco minutos e imprimen emoción a la LigaVídeo: ELPAIS.com

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