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Crónica:Copa del Rey
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Atlético resucita incluso al Valencia

El Atlético, incapaz de defender un 2-0, pierde la eliminatoria en un partido lleno de errores

Antes del minuto 20 tenía un 2-0 a favor. Como si no. Enfrente malvivía un rival en estado agonizante. ¿Y qué? El Atlético tiró por la borda la Copa, incapaz de aprovechar su ventaja en un duelo que retrató a dos moribundos, dos equipos sin brújula, malheridos, a los que ha abandonado el fútbol y el sentido común. El Valencia encontró el mejor antídoto contra la miseria que le invade: es el Atlético, que resucita a un muerto. Lo hace sin disimulo, entregándole la llave del partido, la del marcador, la de su portería.

Tiene el Atlético a Agüero y Forlán, pero el problema es que no tiene nada más. Cierto es que el déficit de centrocampistas con el que se encuentra Aguirre es alarmante. Y por ello, opta por la solución que supone menos traumática: colocar a Maxi, al que algo, quizá la capitanía, quizá su espíritu guerrero, quién sabe qué, ha convertido en intocable, junto a Cléber en el eje, lo que viene a significar prescindir del centro del campo. Ante la apuesta del rival, Koeman cambió el guión (si lo tiene). Alineó a tres centrocampistas, con los recién llegados Maduro y Banega escoltando a Marchena. De Maduro se supo que jugó, poco más. De Marchena, que su dirección del juego fue la dirección de juego que se espera de Marchena. De Banega sí se tuvo alguna noticia. Tras su aspecto indolente se esconde un futbolista a seguir. Bien colocado, domina el primer toque. Y domina las pausas, algo impagable en un equipo que padece de histerismo.

ATLÉTICO 3 - VALENCIA 2

Atlético: Falcón; Valera (Pernía, m. 70), Perea, Eller (Raúl García, m. 55), Antonio López; Reyes, Maxi, Cléber Santana, Luis García (De las Cuevas, m. 71); Forlán y Agüero. No utilizados: Abbiati; y Pablo.

Valencia: Hildebrand; Miguel (Moretti, m. 46), Albiol, Helguera, Caneira (Arizmendi, m. 75); Maduro, Marchena, Banega (Edu, m. 59); Joaquín, Mata; y Villa. No utilizados: Mora; y Zigic.

Goles: 1-0. M. 10. Miguel marca en propia puerta tras un centro al área de Forlán. 2-0. M. 19. Pase en profundidad de Forlán a Agüero, que cruza el balón. 2-1. M. 28. Cléber Santana, en propia puerta. 2-2. M. 35. Pase al hueco de Banega a Mata, que chuta a la escuadra. 3-2. M. 60. Valera cabecea a la red tras una mala salida de Hildebrand.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Miguel, Eller, Valera, Antonio López, Perea, Raúl García, Marchena y Albiol.

50.000 espectadores en el Calderón. Tras el 3-3 global de la eliminatoria, el Valencia se clasifica para semifinales por el valor doble de los goles en campo contrario.

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Así que el duelo se anunciaba entre un equipo trufado de centrocampistas, y otro con cuarto y mitad, Maxi y Cléber. No resultó extraño que en el arranque el Atlético mostrara una sonrojante falta de creatividad. Suerte tuvo de que el Valencia mostrara una sonrojante falta de todo. Nadie acosó a Forlán cuando atrapó el balón en el carril del ocho y lo mandó al área, donde Miguel, en su intento de tapar a Eller, abrió la tienda de los regalos.

El Atlético había igualado la eliminatoria sin ni siquiera tirar a puerta. El Valencia, que no sabía dónde estaba, volvió a olvidarse de Forlán. El uruguayo robó el balón antes de otear la arrancada de Agüero. Se fue el Kun como sólo se va el Kun y resolvió de un zurdazo seco y salvaje, brillante idea estando como estaba Maradona en el palco.

Dos llegadas, dos goles. Así le iba al Atlético. Tal vez incrédulo, el equipo renunció a sentenciar y le regaló el balón al Valencia que, con poco, con muy poco, niveló el marcador. A Joaquín le salió mal su intento de pared con Villa, pero por allí pasaba Cléber, que llegó al trote al borde del área para que la pelota golpeara en su pierna y se fuera dentro. Y al rato, en medio de la nada que era el partido, apareció Banega, que se revolvió sobre sí mismo evitando la entrada de dos rivales y mandó el balón al hueco, a Mata, para que éste resolviera con un zurdazo.

Dos llegadas, dos goles. Así le iba al Valencia, que renunció a sentenciar. Joaquín lo intentó al contragolpe, pero jamás encontró a un Villa que sigue bajo mínimos. Forlán, quién si no, la mandó al palo, y el partido enloqueció más si cabe. Aguirre prescindió de un defensa, lo que en este Atlético es incluso bueno, para darle el mando a Raúl García. Y llegó un córner, y el balón voló al área pequeña, al territorio de cualquier portero que no se llame Hildebrand, que se quedó bajo el larguero para ver de cerca el cabezazo de Valera. Le quedaba tiempo al Atlético, y le faltaba un gol.

Buscó a Agüero, también buscó a Forlán. El Valencia contragolpeó una y otra vez, ante una defensa inexistente. Corrían unos, corrían otros, no había fútbol, no había calma, no había un gesto, ni siquiera un detalle. El Valencia logró sobrevivir a la locura y meterse en las semifinales de un torneo que puede maquillar su cadavérico juego, lo que no le ocurrirá al Atlético, al que la Copa ya no maquillará la cara de perdedor que se le ha puesto.

El Valencia elimina al Atlético de Madrid a pesar de caer en el Calderón (3-2).Vídeo: ATLAS
El Atlético pese a ir ganando por dos goles a cero en el minuto 19, pierde la eliminatoria y resucita al ValenciaVídeo: ELPAIS.com

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