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Baró dimite y Retamero anticipa las elecciones

Antonio Baró anunció ayer su dimisión como presidente del Español porque hace ya tiempo que perdió "la confianza del socio" según explicó al tiempo que hacía oficial el nombramiento del vicepresidente primero, Fernando Martorell, como presidente de una junta accidental que tendrá la obligación de convocar elecciones. Por su parte, el del Betis, Gerardo Martínez Retamero, informó, tras reunirse con su directiva, la convocatoria de una asamblea extraordinaria el próximo día 20 para el adelanto de las elecciones. Estas son las primeras consecuencias del descenso de ambos equipos a la Segunda División.

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Baró se reunió por la mañana con la comisión permanente y por la tarde con la directiva con el único objetivo de presentar su dimisión, según afirmó en una conferencia de prensa celebrada en el mismo hotel en el que la plantilla del Barcelona pidió el año pasado la dimisión de su dirigente, Josep Lluís Núñez. "Hace tiempo que mi figura como presidente se ha puesto en entredicho y he llegado a la conclusión de que he perdido la confianza del socio", manifestó Baró; "así que hace aproximadamente un mes que tenía tomada esta decisión". "Habría dimitido igual", matizó, "si el equipo no hubiera descendido, ya que eso no significaba que yo hubiese ganado confianza".El ya ex presidente blanquiazul, al que le quedaba un año de mandato, calificó su dimisión como "un servicio al club": "Creo que es injusto que me vaya en estas circunstancias -no dimití precisamente después de la final de la Copa de la UEFA porque la perdimos-, pero, si no se me quiere, me tengo que ir, aunque no me guste". Baró dijo sentirse "disgustado por la actitud de determinadas personas", recordó que incluso había sido agredido por aficionados y quitó importancia a su ausencia el domingo en Mallorca: "Con los jugadores lo hemos compartido todo y les consta que en los momentos dificiles siempre me han encontrado".El máximo mandatario de Sa rriá durante los siete últimos años -fue elegido el 4 de junio de 1982, 10 años y cuatro días después de ingresar en la directiva presidida por Manuel Meler- admitió, antes de presentar su dimisión, que había tenido una larga conversación con el'vicepresidente, Fernando Martorell, para que se hiciera cargo de la presidencia accidental. Preguntado si ésta no era una solución de continuidad, Baró respondió: "El socio ha perdido la confianza en el presidente, no en la junta". La totalidad de miembros de la directiva, la mayoría de ellos presentes en la conferencia de prensa, ha puesto sus cargos a disposición de Martorell, que, contrariamente a lo dicho por su presidente, expuso: "He perdido también la confianza del socio, pero espero que me dé un margen de dos meses para preparar el club y que los que vengan puedan devolverlo a la Primera División".

En busca del consenso

A su vez, Retamero, el presidente bético, que dijo que no se presentará a los nuevos comicios abrió la posibilidad de que las elecciones anticipadas no se produzcan si surge un consenso entre los grupos de oposición a su gestión y aparece un candidato que tome la dirección del club. "Éste es un favor que yo le hago al Betis. Si no se produce el consenso, habrá elecciones", afirmó. De haberlas, serían el próximo 3 de septiembre, fecha del primer partido liguero del Betis en la Segunda División. "Hasta entonces realizaremos las cosas que sean imprescindibles para el equipo", añadió el aún presidente.

Retamero, que pidió "respeto para el dolor", no contestó a las preguntas de los periodistas sobre la situación económica del club, su deuda y las vías de solución para ella, entre las que se baraja una hipotética venta del estadio Villamarín.

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