Blatter cambia el chip

A Joseph Blatter no le gusta la moviola. No le gustaba antes del Mundial ni le gusta ahora porque, dice, altera la esencia del fútbol, ese deporte que se juega igual en el patio del colegio que en el majestuoso Wembley. Pero, después de los fallos clamorosos de los árbitros en Sudáfrica, el presidente de la FIFA ha reculado. Para empezar, ha reconocido haber pedido disculpas a Inglaterra y México, ya eliminadas, quién sabe si por esos pasos en falso de los colegiados, y luego ha reabierto el debate, cerrado hace solo unos meses sobre la oportunidad de introducir alguna mejora tecnológica para evitar los goles fantasma y otros deslices. Eso sí, el vídeo sigue descartado como elemento de ayuda.

"Lamento que se hayan producido errores evidentes de los árbitros", dijo Blatter, en referencia al gol del inglés Lampard a Alemania, que no subió al marcador pese a entrar el balón, y al del argentino Tévez, que abrió el marcador ante México en fuera de juego. Y añadió que ha pedido "disculpas" tanto al equipo mexicano como al inglés y que ambos las han aceptado.

El máximo dirigente del fútbol fue más allá del perdón: "Es obvio que, después de las experiencias en este Mundial, sería una tontería no reabrir los estudios sobre la tecnología de la línea de gol". Aunque pudiera parecer que el suizo hablaba del vídeo, que permite repetir al instante una jugada polémica desde diferentes ángulos -como demostró el domingo, para vergüenza del árbitro y de la FIFA, la pantalla gigante del estadio Soccer City, de Johanesburgo-, no era así. "Lo único que vamos a estudiar, entre octubre y noviembre, es aplicar alguna tecnología en la línea de gol", dijo; "en ningún caso será el vídeo".

El debate tecnológico es antiguo en el mundo del fútbol. Se cerró por última vez -ahora parece que en falso- en marzo, cuando la IFAB, que es el organismo encargado de supervisar las normas del fútbol, decidió rechazar el uso de cualquier tecnología. La Liga Europa ha probado a poner un par de árbitros más detrás de la portería y hay tecnologías en el mercado, como el balón con chip.

Los escándalos no solo han metido prisa a la FIFA. También han dejado algo tocado al estamento arbitral. "Hemos hablado sobre estos asuntos técnicos, pero es un asunto interno", reconoció el español García-Aranda, responsable de los colegiados en la FIFA. Aunque la gran mayoría de ellos entiende a sus colegas y destaca que el fútbol no puede estar libre de errores humanos, ya hay quien aplaude el paso dado por Blatter. Como el británico Howard Webb. "Estoy abierto a cualquier cosa que nos haga más creíbles", manifestó.