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Button, el mejor en la locura

El británico ganó su segunda carrera del año, por delante de Vettel y Alonso, que acertaron en la estrategia

Jenson Button dejó constancia de su clase. Tal vez no le habría servido de nada si su equipo no hubiera acertado con la estrategia en la utilización de los neumáticos, pero sus manos acabaron resultando decisivas para ganar una carrera que fue completamente loca, marcada por la presencia de una lluvia intermitente que obligó a ajustar al máximo a los ingenieros de los equipos. Button ganó la segunda carrera de esta temporada -tras Canadá- y la 11ª de su carrera en la F-1. Lo hizo por delante de Sebastian Vettel y de Fernando Alonso, los tres pilotos que decidieron colocar neumáticos duros cuando la lluvia había hecho su aparición en la parte final de la prueba y era dudoso que aquella fuera la mejor decisión. Los tres aguantaron. Otros como Hamilton o Webber cambiaron a intermedios y lo pagaron muy caro.

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Las mayores dudas las tuvo el equipo Ferrari cuando Alonso afrontó su último cambio de neumáticos (47 vueltas), momento en el que la lluvia había comenzado y se anunciaba para los próximos 15 minutos. Ferrari se la jugó y colocó neumáticos duros a Alonso, imaginando que la lluvia arreciaría pronto y que no sería excesivamente intensa. Y esta vez acertaron. Sufrió el asturiano, cometió algún error de pilotaje, se salió de la pista. Pero los demás lo hicieron peor aún y pudo concluir en el podio. Algo impensable visto el desarrollo de la carrera y su quinta posición en la parrilla de salida. El Mundial cambia poco. Vettel sigue líder con una ventaja de 75 puntos sobre el segundo, Webber, y de 79 sobre el asturiano.

El primer repostaje ya demostró la importancia de la estrategia. Acertó Mark Webber, que fue el primero en pasar por su taller e instalar los neumáticos superblandos, porque la pista se estaba ya secando. Pero, en cambio, a Felipe Massa, que pisó también el taller en la 11ª vuelta, le costó más calentar las gomas y sufrió lo indecible, perdiendo incluso varias posiciones. Lo mismo les ocurrió a Fernando Alonso y a Sebastian Vettel. A los dos les costó controlar sus neumáticos superblandos -la pista estaba muy fría y calentarlos era difícil- y cometieron sendas salidas de pista en las que perdieron posiciones.

Solo los dos McLaren y Webber parecían moverse a su gusto en estas condiciones tan difíciles. Tanto Hamilton como Button se intercambiaban las vueltas rápidas y ponían tierra de por medio frente a todos sus rivales. A mitad de la carrera, ya con dos cambios de nuemáticos a cuestas, Hamilton era líder con una ventaja de siete segundos sobre su compañero de equipo Button y con 11,8 segundos sobre el líder del Mundial, Vettel. Alonso permanecía en quinta posición, presionando a Webber para el cuarto puesto, pero con muchas dificultades para poder adelantarle, a pesar del KERS y de la apertura del alerón trasero. Vistos los problemas, Ferrari optó por mandar a Alonso al taller y colocar neumáticos nuevos buscando mejorar sus tiempos y ganar espacio a Webber para superarle cuando él entrase en el box. El español se convirtió en el más rápido en pista. Restó distancia con los líderes. Y le ganó la posición a Webber, que tardó dos vueltas más en cambiar las gomas. La cuestión que se planteaba era saber si Webber, Vettel y Button, que colocaron duros, se mantendrían en el ritmo de Alonso y Hamilton, que llevaban blandos y que deberían entrar otra vez al taller.

La batalla estratégica resultaba interesante en aquel punto. Y el desarrollo final de la carrera debía aclarar todas las dudas. Y lo hizo. Los duros marcaban mejores tiempos que los blandos y Alonso perdió posición con Vettel. Pero luego apareció la lluvia y la carrera pareció tomar otro cariz. Alonso cambió gomas, pero puso duras, lo que supuso un acierto impresionante. La lluvia persistió y Webber y Hamilton decidieron jugársela y colocar intermedios. Pero solo unas vueltas después regresaron al taller para ponerse los duros, al comprobar que sus tiempos no eran mejores.

Alonso pasó a ser tercero por detrás de Button y de Vettel. Y la mejor noticia para él fue saber que Hamilton debería cumplir una sanción -pasar por el taller- por una maniobra peligrosa que realizó para recuperar la pista tras una salida. Al final, el acierto de colocar neumáticos duros pasando de la lluvia resultó decisivo. Button, Vettel y Alonso pudieron así asegurarse las tres primeras posiciones del podio. Y Hamilton, increíble, logró concluir en cuarta posición, adelantando a Massa y a Webber a cinco vueltas del final, tras haber cumplido su sanción.

Alguersuari, por su parte, estuvo luchando toda la carrera para entrar en los puntos y contra su compañero de equipo, Sebastian Buemi. Llegó a ocupar la octava posición muy por delante de su compañero. Pero al final, Buemi, que había partido de la penúltima posición, le ganó la partida y concluyó octavo, dejando al barcelonés, que se tocó con Kobayashi al intentar adelantarle, en décima posición.

Button, durante la carrera en Hungría.
Button, durante la carrera en Hungría.LEONHARD FOEGER (REUTERS)

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