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Reportaje:

Un hijo de Carmelo quiere suceder a Iríbar

La afición del Athlétic espera con inquietud que el club encuentre un sustituto para Iríbar, que ya ha cumplido los 37 años. En el marco del Bilbao Athlétic, un joven de diecinueve años y 1,98 de estatura, llamado Andoni Cedrún, alimenta las esperanzas de la afición. Él, por su parte, está dispuesto a dar un salto que le serviría para vengar, en un sentido figurado, a su padre, Carmelo Cedrún, al que la aparición de Iríbar obligó a marcharse al Español tras diecisiete años en el Athlétic.

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Pocos titulares y muchos suplentes

A principios de la temporada 1962-1963 el Athlétic incorporó a su plantilla a un joven portero llamado José Angel Iríbar. Se había formado en el Basconia, que tradicionalmente entregaba al Athlétic a todos los jóvenes prometedores que éste le pedía. En el caso de Iríbar, sin embargo, había otros clubs interesados, y el Basconia no lo quiso entregar así como así. El Athlétic, que como tantos otros había visto «madera» en aquel joven, pagó un millón y rompió sus relaciones con el Basconia.Por entonces era portero del Athlétic Carmelo: «Yo tenía ya 32 años y llevaba quince en el Athlétic, porque entré con diecisiete, para sustituir a Lezama, con Iraragorri como entrenador. Cuando llegó Iríbar vi que era un joven con futuro, pero pensé en seguir trabajando para mantenerme en el puesto.» Así fue el primer año, en el que Iríbar sólo tuvo alguna oportunidad por lesión, pero en el segundo, Carmelo perdió el puesto y vivió la experiencia del banquillo. Después, con 34 años cumplidos, fue traspasado al Español -un «cementerio de elefantes» en aquella época, con Di Stéfano, Kubala y Tejada, entre otros-, donde jugó con éxito hasta los 38: «Fue normal aquello; Iríbar era joven, venía muy bien y para mí fue la mejor salida, porque pasé al Español ganando mucho más dinero. Les saqué un gran partido a aquellas cuatro temporadas en lo que se refiere al aspecto económico.»

Andoni, dispuesto

Desde entonces, Iríbar ha sido inamovible en la puerta del Athlétic, como lo fue hasta no hace mucho en la de la selección. Durante mucho tiempo el aficionado del Athlétic ha sentido la tranquilidad de tener en su puerta a un portero fuera de serie. Pero ahora Iríbar ha cumplido ya los 37, no inspira la confianza de antes y la afición está inquieta. Y suena un nombre, el de Andoni, el hijo de Carmelo. Tiene diecinueve años, juega en el Bilbao Athlétic, en segunda «B», viaja como segundo portero de la selección española sub-19 y se espera lo mejor de él.Andoni es un muchacho de estatura de baloncestista, 1,98. Mucho para jugar al fútbol de portero, porque los metas tan altos suelen fallar por abajo: «Esa era mi preocupación desde años atrás, pero me he entrenado tanto por abajo que ahora voy fenómeno, de verdad. No tengo el menor problema en eso.» El problema en todo caso surge si tiene que sustituir a Iríbar: «En Bilbao se piensa desde hace mucho tiempo en que sólo pueden sustituir a Iríbar con otro Iríbar, y eso tienen que olvidarlo, porque como Iríbar sólo hay uno. Cuando él tenga que dejar de jugar, mejor será que le olviden.» Andoni está ahí, a la espera, y piensa que tiene tantas posibilidades como el que más:

Es un muchacho consciente, un estudioso del fútbol, un joven que quiere aprenjer y superarse: «Mis ídolos, por supuesto, han sido mi padre e Iríbar. También me gusta Urruti. Yo, a mi padre, no le he visto mucho, porque yo era muy niño, pero la gente me dice que él e Iríbar han sido los mejores de todas las épocas.» La venganza de la familia Cedrún sobre Iríbar sería, por supuesto, en sentido figurado, porque: «Yo aprecio mucho a Iríbar. Aparte de mi gran ídolo es una estupenda persona y un amigo que se ha interesado por mí, me ha dado consejos y me ha ayudado a corregir defectos. Si un día llego, será gracias a lo que he aprendido de él, simplemente fijándome o hablando directamente con él. En colocación, en mando en el área, en salidas y en todo lo que es la base de un portero, es un sabio. Y yo he aprendido de él.»

Carmelo, inquieto

En Bilbao muchos esperan de Andoni que sea el portero del Athlétic en un futuro próximo. Para algunos, Iríbar ya no es lo que era, y éste puede ser el momento. Senekowitchs ha comentado en la prensa que tiene fe en Andoni. Muchos críticos de Bilbao coinciden en esa apreciación. Cuando se le pregunta a Carmelo por ello se siente inquieto: «Mire, si el domingo que viene anunciaran a Andoni como portero del Athlétic, tendría una alegría y una preocupación enormes. Pero creo que la preocupación sería mayor. Aunque la verdad es que le veo más preparado de lo que lo estaba yo cuando entré, con diecisiete años. Pero esta temporada el Athlétic va mal, con negativos, y no es buen momento. Además, es imposible hacer olvidara Iríbar. Pero lo que sí creo es que Andoni puede ser un día el portero del Athlétic. El empezó a jugar al baloncesto, luego lo alternó con el fútbol y yo siempre creí que lo acabaría dejando, pero las últimas veces que le he visto me ha impresionado.»Jugó en los infantiles de la Leonesa -donde entrenó su padre-, en el Lagún Onak y en la Cultural de Durando, antes de llegar a la cantera del Athlétic. Tiene otro hermano, Joseba, de trece años, que lleva el mismo camino. Carmelo, hoy entrenador del Celta, está satisfecho. Sus dos únicos hijos pueden hacerle revivir aquella gloriosa juventud vivida bajo los palos del superhistórico Athlétic, arropado por Orúe, Garay, Canito, Mauri, Maguregui, Arteche, Marcaida, Arleta, Merodio y Gaínza.

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