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BALONCESTO

El Taugrés debe esperar a mañana el sueño de la final de Copa de Europa

Taugrés deberá esperar a mañana para conciliar el sueño de la final europea. Ayer en Cholet sufrió una pesadilla de 40 minutos protagonizada por la precisión anotadora de la pareja Rigaudeau-Jones y la aplicación defensiva de Eric John.El Cholet definió el partido en apenas unos minutos. Tras unos ejercicios de calentamiento y la canasta inicial de Taugrés, los franceses sentaron sus reales con diferencias superiores a la decena de puntos gracias a los triples de Jones y la versatilidad de Rigaudeau.

Durante ese periodo el Taugrés resultó fantasmagórico: infantil en las pérdidas de balón, ridículo en el rebote y desafortunado en ataque. El catón de Manel Comas para evitar la victoria del Cholet (precisión defensiva y freno al poder ofensivo de los franceses) fue seguido al pie de la letra... por el Cholet y suspendido rotundamente por el conjunto vitoriano. El Taugrés no hizo nada de lo previsto y el Cholet se lavó la cara tras su deficiente encuentro en Vitoria.

El Taugrés, a pesar de la pesadilla, dispuso de dos minutos para despertar y recobrar el pulso del encuentro. A falta de ese tiempo, logró acercarse a ocho puntos y con el balón a su disposición. El católogo de errores fue monumental y en tan exiguo periodo el Cholet se fue al descanso con 18 puntos de ventaja que condenaba el encuentro a una profunda e inútil agonía.

La otra semifinal también quedó igualada después de que el Smelt Olimpia de Eslovenia ganase ayer en su cancha al Aris de Salónica (Grecia) por 84-78 (79-83, en la ida). El desempate se juega mañana en Eslovenia.

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