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Reportaje:

El COI castra los velódromos

La persecución individual, el Madison y la puntuación desaparecen del programa olímpico desde Londres 2012 para subir la cuota femenina, que también contará con el tenis mixto

Carlos Arribas

El presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, fue ayer el primero en aplaudir una medida del Comité Olímpico Internacional (COI) que acabará en la práctica con algunas de las especialidades que han dotado de mística, sudor y humo a los velódromos: el Madison, la puntuación y la persecución individual. En la sesión de Vancouver de febrero próximo, el mismo McQuaid será elegido miembro del mismo COI que, en aras de la igualdad hombre-mujer, ha borrado esas tres pruebas del programa olímpico a partir de Londres 2012.

Una mala noticia para el ciclismo en pista, una mala noticia para el ciclismo español, que desde Barcelona 1992, con el oro fundacional de José Manuel Moreno, hasta Pekín 2008 ha conseguido nueve medallas en los velódromos: de ellas, siete, corresponden a disciplinas ya desaparecidas del programa olímpico. Joan Llaneras, el deportista olímpico español más laureado, que se retiró tras haber cosechado entre Sidney, Atenas y Pekín dos oros y dos platas, es ya historia.

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El ciclismo en pista ya había perdido otra de sus pruebas clásicas, el kilómetro contrarreloj, en los Juegos de Pekín para hacer hueco al BMX. Desde los próximos Juegos, el programa olímpico constará de cinco pruebas, ambas en versión masculina y femenina: velocidad individual, velocidad por equipos, keirin, persecución por equipos y omniun (un hexatlon en el que se incluirán las tres pruebas desaparecidas y que permitirá alargar el programa del velódromo hasta seis días, en vez de los cinco actuales).

La eliminación que más consternación ha causado ha sido la de la persecución, una prueba de 4.000 metros y dos ciclistas en el velódromo, cada uno saliendo de la recta contraria, que aunque sólo llegó al programa olímpico en Roma 1960, se considera como el 1.500 de la pista ya que concentra las esencias del ciclismo de resistencia en pista, siempre presente en los Juegos bajo otros formatos, y convoca a ciclistas de todo tipo, especialistas de ruta también, y no sólo a las bolas de músculos que dominan las pruebas de sprint, de especialistas de fuerza pura incapaces de salir de las pistas peraltadas. Corredores como Armstrong, Wiggins -cuarto en el último Tour y último campeón olímpico de persecución- o Chris Boardman, campeón olímpico en Barcelona, recordman de la hora y ganador de varios prólogos del Tour, han liderado una protesta que ha recabado más de 4.000 cartas ante el COI. No han sido escuchados.

"Estos cambios elevarán hasta 84 el número de mujeres en las pruebas de pista en los Juegos, contra 35 en Pekín. Las mujeres representarán entonces el 45% del total, frente al 19% en el velódromo de Pekín", recuerda el comunicado del Comité Ejecutivo del COI, que aprobó ayer el cambio del programa siguiendo las directrices del presidente Jacques Rogge, quien ha hecho de la globalización olímpica -simbolizada en la elección de Río para 2016- y de la igualdad hombre-mujer los ejes de su mandato. En el sentido de la equidad de géneros, la inclusión de los dobles mixtos en tenis, también decidida ayer, se convierte en el símbolo mayor.

Tauler (izquierda) y Llaneras, hacia la plata en el Madison de Pekín.
Tauler (izquierda) y Llaneras, hacia la plata en el Madison de Pekín.AP

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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