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Reportaje:SUDÁFRICA 2010 | Costa de Marfil - Portugal

CR, 11 partidos sin marcar

La estrella portuguesa sigue presa de la ansiedad con su selección

Desde el 11 de febrero de 2009, en un amistoso frente a Finlandia, Cristiano Ronaldo no marca con la selección de Portugal. Han pasado ya 11 partidos, cinco oficiales y seis amistosos, en los que le ha superado la ansiedad. Y le ha faltado la sintonía de sus compañeros, en un fenómeno parecido al de Messi con Argentina hasta que se enfrentó a Nigeria y pudo con casi todo. Rinden menos en las selecciones que en sus equipos. A pesar de que Ronaldo ha llegado a Sudáfrica con la edad ideal, 25 años, y con la experiencia precisa, después de que en la anterior Copa del Mundo, con 21, pagara sus excesos exhibicionistas con actuaciones recargadas pero poco efectivas.

En Portugal, algunos críticos piensan que hay tres tipos de entrenadores: los buenos con buena suerte (José Mourinho), los malos con buena suerte (Luiz Filipe Scolari) y los buenos con mala suerte (Carlos Queiroz). El actual seleccionador portugués ha perdido a su jugador más en forma justo antes del Mundial, Nani, el extremo del Manchester United; y apenas puede contar de momento con Pepe, el central del Madrid y alma de la selección como mediocentro de contención, tras su larga recuperación de rodilla.

Tiene la edad y la experiencia precisas, pero le falta sintonía con sus compañeros

Y aunque cuenta con Ronaldo, no dispone de los Figo, Rui Costa y el mejor Deco, subcampeones de Europa en Portugal 2004 y cuartos del mundo en Alemania 2006. A esa mala fortuna se uniría el precario estado físico con el que Deco ha llegado a la cita mundialista. Ayer perdió todos los duelos individuales con los potentes jugadores de Costa de Marfil. Y se marchó resignado, sustituido en el 62, y enfadado con el entrenador. "Pregúntenle a él por qué me cambió. Empecé por la derecha, donde nunca he jugado y después me retiró", se quejó Deco, que ayer cumplió 75 internacionalidades con la selección portuguesa. Uno de los reproches que la crítica lusa ha lanzado a Queiroz es la ausencia en la lista de 23 de alguien que pudiera suplir con garantías al volante del Chelsea. Los más parecidos, Moutinho, del Sporting de Lisboa, y Carlos Martins, del Benfica, quedaron fuera de la convocatoria. Sin Deco en condiciones, Portugal apenas tiene presencia en la zona de tres cuartos. Y el que más se resiente es Ronaldo.

No llega a ser el caso de Raymond Domenech, pero Queiroz tampoco es popular en Portugal. Los portugueses son más exigentes con los suyos que con los extranjeros. Cuando llegó a la selección, Queiroz hubo de buscar un portero (Eduardo, ya consolidado), un lateral izquierdo (Fabio Coentrao, el mejor ayer para los lusos), un mediocentro defensivo (Pepe) y un delantero (el brasileño Liedson, al que nacionalizó). Si los goles de Liedson no llegan, entrará Hugo Almeida, del Werder Bremen, más potente que el brasileño, pero menos rápido.

Muy tenso toda la tarde, Queiroz mostró su indignación tras acabar el partido. Y se quejó de que Drogba pudiera jugar con una protección en el brazo. "Creí que las reglas eran iguales para todos. Esa protección pone en riesgo a mis jugadores", protestó.

Cristiano Ronaldo lanza una falta ante la barrera de Costa de Marfil, en la que Drogba intenta cortar el balón de cabeza.
Cristiano Ronaldo lanza una falta ante la barrera de Costa de Marfil, en la que Drogba intenta cortar el balón de cabeza.AP

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