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El Castilla disputará la final de Copa

El Castilla hizo el más difícil todavía y se plantó en la final de Copa, tras golear al Spórting con un fútbol dificilmente mejorable. En torno a Gallego, un centrocampista fuerte y de calidad exquisita, el Castilla bordó un fútbol en el que no faltó ni sobró nada. El único fallo del equipo madrileño fue el de su portero en el gol del Spórting, que encajó en un fallo infantil.El aviso llegó al tercer minuto de juego, cuando Pineda regateó con descaro a Ciriaco y mandó un balón alto que Bernal y Paco jugaron al borde del área chica como si estuvieran solos. El público se entusiasmó, y el Spórting apretó los dientes, dispuesto a pelear más de lo que en principio había pensado. Pero el Castilla desplegó entonces todo su juego sobre el Bernabéu, y dejó boquiabiertos a la afición y a sus propios rivales del Spórting, porque puso en práctica todo lo que es fútbol. Allí nadie hizo,un regate de más ni de menos; cada cual se desmarco en cada jugada los pases fueron precisos, las entradas, fuertes; los marcajes, severos, y los disparos, potentes.

El Spórting luchaba en todos los terrenos, pero sus jugadores se veían atosigados por las entradas de los del Castilla, y burlados cuando eran ellos los que entraban. Una excesiva dureza inicial de los madrileños fue muy bien cortada por el árbitro, aun a costa de enfadar al público, pero el filial madridista no perdió nada cuando moderó su dureza. En el descanso, el público veía atónito el 3-0 del marcador y recordaba los cuatro paradones con que Castro había frenado otros posibles goles, mientras que el castillista Agustín había vivido una primera mitad tranquila.

La duda era si el Castilla aguantaría ese ritmo, y sí lo aguantó. Al poco de reanudado el partido, Gallego, de cabeza, ponía el cuarto gol en el marcador y dejaba casi resuelta la eliminatoria. El Spórting, cada vez más desanimado, trató de sobreponerse; Novoa sustituyó a Uría (este hombre, fijo en las convocatorias de Kubala, no había visto a Gallego) por Aguilar, y lanzó a su equipo al ataque. El Castilla, que ya lo tenía todo hecho, fue algo más prudente, pero nunca llegó a estar agobiado. Gallego, una reencarnación de Velázquez, se creció según transcurría el partido y obligó al Spórting a pensar siempre en la retaguardia. El gol de Ciriaco, afortunado, pues llegó en un fallo ingenuo de Agustín (un gran portero), sólo sirvió para dar emoción a los minutos finales, en los que el Castilla estuvo más cerca de marcar que el Spórting.

Al final, los jugadores del Spórting bajaron la cabeza y reconocieron la superioridad del Castilla, cuarto equipo de Segunda que llega a la final de Copa en la historia de esta competición. En el camino han quedado, antes que el Spórting, la Real, el Athlétic, el Hércules, el Rácing, el Extremadura y el Alcorcón. Su próximo rival, en la final, será el vencedor del sábado en el Madrid- Atlético.

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