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Chile muerde

El equipo de Bielsa sólo ha recibido un tiro a portería en dos partidos

"Es legítimo el estilo de Suiza", dijo el lunes Marcelo Bielsa en Port Elisabeth, siendo políticamente correcto, tras haber ganado 1-0 al combinado helvético, "pero a nosotros nos gusta protagonizar los partidos y lo intentaremos también contra España". En efecto, Chile protagoniza, lo que se traduce en un ataque continuo, pero al mismo tiempo se defiende con fiereza. Tanta que, en los dos partidos del torneo, sólo ha recibido un disparo en su portería.

Si bien ni Honduras ni Suiza son dos referencias precisamente ofensivas, tiene mérito que Chile sea la selección a la que menos le hayan rematado de las 32 en las dos primeras jornadas, menos todavía que a España, que ha recibido tres disparos entre los tres palos.

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Los zagueros chilenos defienden casi con fanatismo, dirigidos por Medel, marcador rápido y pendenciero con tendencia a perder la cabeza (y a encararse con los rivales a la mínima ocasión, lo que no deja de preocupar al banquillo chileno). Le acompaña Ponce, central espigado y lánguido con buen desplazamiento en largo del balón. La línea de tres centrales la completa Jara, defensa discreto para bien y para mal. El círculo lo cierran por los costados Isla y Vidal, con la obligación de pisar el campo contrario tantas veces como les sea posible.

El resultado es que Bravo, de la Real Sociedad, ha sido hasta el momento un mero espectador, tan aburrido de no tocar bola que se divierte enviando balones a sus compañeros con las manos, el portero que más pases da del Mundial de esta manera (18).

La agresividad chilena se refleja en un elevado número de faltas cometidas (44, el que más del torneo) y en haber recibido ocho tarjetas amarillas (8, también el más sancionado). Todo lo contrario de España, una de las que menos infracciones comete, sin ninguna amonestación.

Uno de los sancionados frente a España, el mediocentro Carmona, del Reggina, es fundamental en desactivar los ataques rivales y en la recuperación de balones, faceta en la que Chile sobresale más que en la posesión. Su tendencia es más a robar y atacar que a mantener la pelota. Le encanta acabar las jugadas con remate. Y es, por otra parte, el equipo que más cae en fuera de juego (14 veces). Al puesto de Carmona opta hoy Estrada, mediocampista más habilidoso que táctico y con disparo desde fuera del área.

Tal y como aparenta, España es la selección que más amasa el balón y la que menos lo pierde, señal de su delicioso toque. Chile, en cambio, no es especialmente aseada con la pelota. Sus pases buenos, 789, ocupan el séptimo puesto de las 32 participantes, lejos de los 1.144 de España, la cima en el apartado técnico. A Chile, por su lado, le encanta enviar el balón de costa a costa: es la número uno en los cambios de orientación.

Tras la lesión en el hombro de Suazo, que regresó sin éxito en la primera parte ante Suiza, al combinado de Bielsa le falta puntería. Llega mucho, pero acierta poco: apenas dos goles, uno por partido. Es el tercero que más remata, aunque se marcha hasta la octava posición en disparos a portería. Su eficacia es escasa, la 19ª del torneo. Claro que el equipo de Del Bosque es todavía peor: siendo el que más remata (49), algo menos a portería (13), le cuesta muchísimo transformar sus intenciones en gol, con apenas un 4% de efectividad.

Bielsa subraya el juego por las alas: por la derecha con Alexis Sánchez, extremo de 21 años con un cierto aire a Cristiano Ronaldo, aunque con un punto de inmadurez que le impide todavía explotar sus condiciones; y por la izquierda con Beausejour, una zurda de más toque que velocidad. El ataque chileno se reparte equitativamente entre centros desde la derecha con Alexis Sánchez e Isla (33) y desde la izquierda con Beausejour y Mark González (27). Ante la baja por sanción de Mati Fernández, Valdivia asumirá hoy el enganche, el típico 10 sudamericano con visión de juego y escaso trabajo defensivo, de ahí su suplencia a favor de Mati. España, que es la selección que más regatea, todavía se vuelca más por las orillas, con preeminencia de la derecha de Sergio Ramos y Navas (63) sobre la izquierda de Capdevilla y Villa (40). El duelo está servido. Chile muerde y España mastica más las jugadas.

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