El City juega en Manchester y en el Madrigal

Después de caer ante el Racing la pasada jornada de Liga (1-0), tras apenas crear una ocasión de gol, Fernando Roig volvió a reunir a jugadores y técnicos el lunes en la ciudad deportiva del Villarreal. Ante el vestuario, Roig volvió a señalar a los jugadores y a defender al entrenador, Juan Carlos Garrido. Una práctica habitual en el dirigente, que en 2007 ya se decantó por Manuel Pellegrini en su enfrentamiento con Román Riquelme y que siempre ha estado más cercano a los preparadores que a sus plantillas.

Eliminado ya de las competiciones europeas, el Villarreal se juega hoy (20.45, Gol TV) ante el Nápoles el orgullo y la vergüenza de no ser el peor equipo de la presente edición de la Liga de Campeones. "Nos jugamos la dignidad", asume Garrido. Con cero puntos en cinco jornadas, la entidad amarilla comparte tal deshonor con el Otelul Galati y Dinamo de Zabreg, que también juegan este miércoles. A falta de la última jornada, rumanos y croatas tampoco han puntuado en la Champions, competición en la que espera continuar el Nápoles. Con unos 4.000 tifosi presentes en El Madrigal, al conjunto del sur de Italia le vale la victoria ante el Villarreal, o que el Manchester City no derrote como local al Bayern Múnich, para acceder a los octavos de final. Aurelio de Laurentiis, el presidente del Nápoles, sospecha que el Villarreal, con la convocatoria y la alineación en el aire (Borja Valero y Marco Ruben sufren una gastroenteritis), puede recibir un aguinaldo de parte del multimillonario City, líder de la Premier, y que ha invertido 500 millones en los últimos cuatro años. Las suspicacias se multiplican en el El Madrigal. Si el Villarreal pierde contra el Nápoles, el conjunto italiano sumaría 11 puntos, lo que dejaría sin ninguna posibilidad de clasificarse para octavos al City, que ahora suma siete. Y en el recuerdo está el enfrenamientos entre castellonenses e ingleses en el encuentro jugado en Manchester, cuando los amarillos acusaron a Agüero, que marcó el gol de la victoria al final del partido, de burlarse de ellos.

Si con Garrido en el banquillo el Villarreal realizó la pasada temporada la primera vuelta de campeonato más productiva de su historia, con 39 puntos, en el presente ejercicio, disputadas 14 jornadas y conseguidos 14 puntos, el equipo castellonense tiene el peor registro de sus 13 cursos en Primera y su peor balance en Europa con cinco derrotas, 12 tantos en contra y tan solo dos goles a favor. El potencial de los rivales en Champions (Bayern, Nápoles y City) fue demasiado para el Villarreal, también mermado por las lesiones y por la falta de rendimiento de los nuevos fichajes, Zapata, De Guzmán y Camuñas, tras la marcha de Cazorla.