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El Comité Paralímpico investigará una denuncia de fraude

El Comité Paralímpico Español propondrá el lunes abrir una investigación después de que Carlos Ribagorda, jugador de la selección española paralímpica de baloncesto para discapacitados intelectuales, campeona en los Juegos de Sydney, denuncie en la revista en la que trabaja como periodista, Capital, un presunto fraude en los participantes en esa competición no sólo en su deporte, sino también en el atletismo, el tenis de mesa y la natación, para lograr éxitos y más subvenciones.

El Comité Paralímpico Español (CPE), organismo que centralizó la participación española y que celebrará el lunes una reunión extraordinaria, responsabiliza de la selección y de la certificación de los niveles de discapacidad a la Federación Española de Deportes de Discapacitados Intelectuales (FEDDI). "A la hora de organizar la expedición que representaría a España en los Juegos Paralímpicos de Sydney, el CPE respetó el procedimiento por el que los organismos competentes en la materia, la FEDDI y la Federación Internacional de Deportes para Discapacitados Intelectuales (INAS-FID), acreditan el que los deportistas seleccionados cumplen los requisitos establecidos", explica el CPE en un comunicado. "Una vez enviadas las inscripciones, el Comité Organizador de los Juegos de Sydney y su Comité de Elegibilidad -que es el que controla el cumplimiento de estos requisitos- validaron las mismas y durante la competición no se produjo ninguna reclamación".Ribagorda, sin embargo, denuncia que a él mismo no le hicieron ningún examen. Del equipo titular de cinco jugadores, afirma, sólo dos eran discapacitados. La FEDDI ha desmentido todas las acusaciones y amenaza con emprender medidas judiciales. El Comité Paralímpico ha abierto una investigación sobre el asunto.Ribagorda, periodista sin ninguna minusvalía física ni intelectual, según Carlos Salas, el director de la revista que le contrató hace un año, lleva dos jugando con el equipo paralímpico de baloncesto, en el que se exige tener un coeficiente intelectual inferior a 85. "Para ingresar en el ejército basta con superar el de 70", matiza Salas. Cuando Ribagorda le comentó que iba a Sydney, le animó a hacerlo con el encargo de informar también como periodista.

Así, según revela Ribagorda en su artículo, la federación seleccionó a varios deportistas sin hacerles pasar por ningún tipo de control. España, que quedó tercera en la clasificación general de los Juegos Paralímpicos, con 107 medallas, 37 de ellas de oro, se impuso en baloncesto arrasando a todos sus rivales. Se trataba de una competicón nueva, diferente de la de sillas de ruedas, dentro del complejo entramado de pruebas especiales, con variaciones a veces mínimas para integrar a los participantes en una categoría u otra.

Jesús Martínez, vicepresidente de la FEDDI, dijo a Europa Press que su organismo "ha cumplido a rajatabla la normativa internacional". Y añadió: "Lógicamente, se exige un nivel determinado y, al ser la máxima competición, cada país apura al máximo". La FEDDI, en su comunicado, advierte: "No podemos permitir que segundos intereses traten de empañar un gran trabajo realizado en nuestro país por un ingente número de personas y deportistas que merecen el respeto absoluto".

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