...Y Contador, pendiente de la decisión de la federación

Ahora que la Operación Galgo ha destapado una trama de dopaje que pone en la diana al atletismo español y a una de sus grandísimas figuras, Marta Domínguez, el interrogante salta también sobre otra de las banderas del deporte español: ¿Qué pasa con Alberto Contador? El pasado ocho de noviembre, la Unión Ciclista Internacional trasladó el caso sobre el positivo por clembuterol del ciclista en el pasado Tour de Francia a la Federación Española. Desde entonces, la pelota está en el tejado del organismo nacional, que debe decidir si sanciona o no al corredor de Pinto. Es, de momento, el último paso de un largo proceso que comenzó el 21 de julio, cuando un análisis en la jornada de descanso dio positivo por 50 picogramos de clembuterol.

El 24 de agosto, la UCI comunicó a Contador que el análisis había resultado positivo en dicha sustancia prohibida. El corredor solicitó el contraanálisis, realizado el 8 de septiembre y que ofreció el mismo resultado. De ahí hasta el 30 de septiembre, cuando Contador salió a la escena pública para explicar su versión de los hechos: había ingerido una carne en mal estado procedente de una carnicería de Irún y por ello en su orina se encontró esa ínfima cantidad de clembuterol.

El caso sigue todavía sin solución mientras interrelacionan varios actores. La federación estudia el caso, con varios informes científicos sobre la mesa acerca de la posibilidad o no de que una carne en mal estado sea el causante de un positivo. Mientras, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) espera una sanción para el ciclista y asegura que acudirá al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) si la federación española no castiga de manera ejemplar al corredor.