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Reportaje:

Contador ya tiene su bicicleta

El corredor firma con la marca Specialized, que pagará parte de su sueldo en el Astana

Carlos Arribas

"Son muy buenas bicicletas, bastante mejor que las Trek, ja, ja, ja". Alberto Contador bromea al hablar del contrato que firmó ayer con Specialized, una firma de bicicletas californiana con las que correrá la próxima temporada y, al tiempo, aprovecha para deslizar una referencia a Trek, la bicicleta también estadounidense sobre la que pedaleó los últimos años y también la marca que siempre será asociada a Lance Armstrong, que el año próximo estará en otro equipo.

El acuerdo, por un año con opción, de mutuo acuerdo, a algunos más, dependiendo del futuro de Contador a partir de 2011, se complementará los próximos días, cuando se solucionen los últimos flecos, con otro contrato de copatrocinio entre el Astana, el equipo con el que Contador cumplirá el año de compromiso que le queda, y Specialized. "Tiene buena pinta el equipo", dice el ciclista de Pinto, quien para hacer oficiales los acuerdos sólo está a la espera de que la Unión Ciclista Internacional entregue al equipo kazajo la licencia para 2010, para cuya concesión se cumple el plazo el próximo viernes.

"Tiene buena pinta el equipo", dice el ganador del Tour sobre el Astana 2010

Asociar su imagen a la figura del ganador del último Tour, al único ciclista que puede competir con Armstrong y Trek en su terreno, el mercado norteamericano de las bicicletas de calidad, el más apetitoso y jugoso, tiene su precio. Según publicó la prensa belga la semana pasada, Specialized estaba dispuesta a pagar un millón de euros para contribuir al salario demandado por el español, cinco millones, al patrón del Quick Step, uno de los equipos que quiere contratarlo. Astana, donde contribuirá también al sueldo de Contador, será el tercer equipo ProTour equipado por la firma estadounidense, junto a Quick Step, con el que entró a colaborar en los tiempos en que Paolo Bettini ganó dos Mundiales, y Saxo Bank, el equipo del luxemburgués Andy Schleck, delfín de Contador en el último Tour.

El pasado Tour, precisamente, Contador debió pagar de su bolsillo las ruedas de la bicicleta con la que ganó la contrarreloj de Annecy, ya que, cuentan sus amigos, el mejor par de ruedas del equipo estaba reservado para el líder, Armstrong. Con su acuerdo con la marca que inventó la mountain bike, Contador no sólo se evitará esos problemas, sino que, y ello es una señal de su grandeza y su repercusión mundial, forma parte de la estirpe de los pocos corredores que en la historia han sido capaces de imponer su montura en los equipos en los que corrían. El acuerdo también subraya la manera ferozmente individual en la que Contador debe trazar su camino en un deporte que vive grandes cambios. Mientras otras figuras históricas del ciclismo en España, como Perico Delgado o Miguel Indurain, simplemente se acomodaban a las estructuras existentes, que cubrían con creces todas sus necesidades, Contador, desde que se disolvió el montaje de Manolo Saiz, debe ir inventando su futuro cada año. El próximo, a finales de 2010, deberá decidir si firma por otro equipo, como el Caisse d'Épargne, o si crea el suyo propio, con sus patrocinadores y proveedores. Quizás, en ese sentido, su compromiso con Specialized es una señal de hacia donde tenderán las cosas.

Alberto Contador, durante su ataque en Arcalís en el pasado Tour.
Alberto Contador, durante su ataque en Arcalís en el pasado Tour.REUTERS

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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