Continuismo o cambio de dirección

Fernando García Macua, presidente durante los últimos cuatro años, y Josu Urrutia, exjugador durante 16 temporadas, compiten hoy por la presidencia del Athletic en las primeras elecciones que se celebran agotado el mandato presidencial en los últimos 10 años (con cinco mandatarios). Sin embargo, la tranquilidad institucional no ha atemperado una campaña electoral llena de luces y sombras, de dardos políticos e incluso afectada por una imputación judicial al expresidente por delito fiscal referido a la empresa de la que fue consejero, Iurbenor.

García Macua, con el aval de sus buenos números económicos y los resultados deportivos (dos clasificaciones europeas y una final de Copa) acude con Joaquín Caparrós como garantía en el banquillo. El técnico sevillano fue despedido con silbidos en su último partido en San Mamés ante el Málaga, por su actitud conservadora, pero sin embargo se ha revelado como la principal arma electoral del expresidente. Macua partía, según las encuestas, con mucha desventaja respecto a Josu Urrutia y parece que la apuesta dubitativa por Caparrós le ha recortado la distancia. De hecho, durante buena parte de la campaña se conocieron las negociaciones de su candidatura con Claude Puel, técnico del Olympique de Lyon, algo que luego se definió como "un plan B" por si "Caparrós se iba a otro equipo", según reconocieron, aunque Caparrós siempre negó negociación con club alguno. Resuelta esa duda, Caparrós se ha convertido en el activo electoral más importante de la campaña de Macua, que tiene como nombres propios a Javier Irureta, como coordinador del fútbol base, y a exjugadores como Goikoetxea, Alkorta y Ferreira, aunque sin definir sus funciones.

Josu Urrutia ha apostado por un nuevo estilo en el Athletic, que apuesta por la valorización de las esencias del club. No ha entrado en debate alguno con su oponente, que explícita o implícitamente le ha acusado de tener el apoyo del PNV y de la izquierda abertzale (a pesar de contar Macua con varios directivos del Partido Nacionalista Vasco).

La baza de Urrutia en el banquillo es Marcelo Bielsa, el técnico argentino, que rechazó entre otras opciones una oferta para dirigir al Inter para apostar una candidatura electoral al Athletic, sin garantías previas. Se lo pensó hasta que descubrió que sufría "parálisis por análisis" y decidió inmiscuirse de lleno en una apuesta sin más garantías que la fe en el proyecto.

Junto a Josu Urrutia se alinea José Mari Amorrortu, que regresa a Bilbao tras su periplo en la cantera del Atlético, para encargarse de la dirección deportiva. El entrenador del segundo equipo sería José Angel Cuco Ziganda, ex de Osasuna y Xerez, mientras Aitor Larrazabal, otro histórico del Athletic, se encargaría de coordinar los procesos de mejora de los futbolistas de la cantera.

Sobre las elecciones han planeado los mismos fantasmas de siempre. La candidatura de Macua ha acusado a la de Urrutia incluso de haber influido en la fecha de la decisión judicial de imputar a Macua por delito fiscal por asuntos de su antigua empresa. "Lo malo es que la mentira se ha instalado en la campaña", se lamentaba el candidato Urrutia. Hoy, el resultado definitivo.