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Reportaje:Piragüismo | Campeonatos del Mundo

David Cal se queda solo

El gallego, con un oro y un bronce, único palista español que logra el pase para Pekín 2008

Amaya Iríbar

David Cal es un seguro para el piragüismo español. El chico de Cangas do Morrazo (Pontevedra) que se hizo famoso hace tres veranos cuando, arrodillado en su canoa, logró dos medallas olímpicas, el mismo que cuando pasaron las celebraciones y volvió a casa no encontraba patrocinador, es el único palista español que ha logrado de momento clasificarse para los Juegos de Pekín el verano que viene. Ese pasaporte y sus dos medallas -oro en C-1 500 metros y bronce en C-1 1.000- son el único balance positivo para España de los Mundiales de la disciplina, que terminaron ayer en Duisburgo (Alemania). El resto: "una patada", reconoció el presidente de la Federación Española de Piragüismo, Santiago Sanmamed, contento por el gallego y preocupado por todos los demás.

En los juegos de Atenas 2004 hubo 12 participantes, cuatro de ellos mujeres

El objetivo era meter a ocho o nueve palistas en Pekín, reconoció Sanmamed, en conversación telefónica desde Alemania. Para el máximo responsable del piragüismo español, el resultado, decepcionante, responde a una mezcla de "mala suerte y de lo caro que se ha puesto el deporte olímpico", más que a una mala planificación. El haber clasificado solo a un fuera de serie como Cal contrasta con la presencia de 12 piragüistas, cuatro de ellos mujeres, en Atenas 2004 y con los 21 becados en el programa ADO, el que financia a los deportistas de alto nivel con aspiraciones olímpicas.

"La gente ha entrenado, tenemos nivel y [en los Mundiales] hemos conseguido finalistas en seis pruebas", se defiende el presidente de la federación. Sabe que no es suficiente.

Las chicas del K-4 se quedaron a 14 milésimas de la sexta posición que clasificaba para Pekín. Y Emilio Merchán, con dos Juegos a sus espaldas -Atlanta 1996 y Sidney 2000- , también acabó a un suspiro del pase olímpico (fue noveno y se metían ocho). Ayer, un día después del fracaso, el palista de Zamora, de 31 años, intentaba dar sentido a su decepción: "Te pasas trabajando todo el año y una cosa como el viento, que no depende de ti, acaba por decidir. Si la carrera hubiera sido hoy [por ayer; su final se disputó el sábado] me habría clasificado", aventura.

Ni Merchán, ni las chicas, ni sus compañeros del K-2 y el K-4 tiran la toalla. Les queda un último cartucho. Los Europeos de la disciplina, en mayo. Sanmamed es consciente de que el reto implica "cambiar de táctica" a un año de los Juegos.

Aún por saber las plazas olímpicas exactas que repartirá el Europeo, tanto el presidente de la federación como el del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, dan por hecho que Teresa Portela y sus tres compañeras estarán en la capital china. Para el resto, cruzan los dedos. Merchán volverá a Zamora con el ánimo intacto porque la clasificación "está en la mano". El único que puede respirar tranquilo es David Cal.

David Cal, en la final de C-1 500 del Mundial, donde acabó primero.
David Cal, en la final de C-1 500 del Mundial, donde acabó primero.EFE

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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