"Dependiendo del momento, un grito es mejor que un buen pase"
Partió de Argentina para jugar en el Madrid y, descartado por un problema médico, cuatro años después se alinea en el Barcelona tras reafirmarse en el Zaragoza. Gaby Milito (Quilmes, Buenos Aires, 1980) descansó el domingo contra el Betis en la Liga -lleva disputados nueve partidos- para competir hoy ante el Glasgow Rangers en el que será su tercer partido en la Liga de Campeones. Central muy poderoso, tiene madera de líder en la cancha y en el vestuario.
Pregunta. El suyo no es un recorrido muy común en el fútbol español. Tiene una capacidad de adaptación sobresaliente. Pese a que sólo lleva once partidos, parece que toda la vida haya sido un jugador azulgrana.
Respuesta. Estoy contento de lo que he hecho hasta ahora, pero uno siempre quiere más, seguir creciendo. Acabo de empezar una etapa y debo dar más, mejorar al defender, porque al fin y al cabo soy un defensor, y dar una mejor salida al balón, las dos cosas. Todos queremos jugar en los mejores clubs del mundo y por historia y equipo actual, el Barcelona lo es. Yo cumplí ese objetivo.
"Llegas a cada partido pensando: '¿Qué hará Messi?' Es diferente a todos los jugadores"
"Cuando levanto la cabeza me pide la pelota todo el equipo, todos se muestran"
P. ¿Hasta qué punto le ha venido bien competir con el Zaragoza antes de llegar al Barça?
R. Sin los cuatro años en el Zaragoza no sería el mismo jugador ni la misma persona. Uno siempre aspira a cosas importantes y en Zaragoza crecí y disfruté como futbolista pero también empecé a vivir con mi mujer, tuve a mi primer hijo... Esa experiencia ayuda. Conocía al Barcelona muy de cerca antes de llegar, tenía una idea de qué club era y de su estilo así como de la responsabilidad que implica jugar en el Camp Nou. Fue fácil adaptarme al grupo, porque es noble y sano. Me recibieron muy bien y eso facilita las cosas.
P. En cualquier caso, sorprende su rápida adaptación a un sistema de juego delicado.
P. Por la posición que ocupo, no varía demasiado de lo que hacía en el Zaragoza. Como el Barcelona, son equipos que siempre quieren jugar en campo rival, aunque con el Barça se consigue con más facilidad. La gran diferencia es que ahora, cuando levanto la cabeza, me la pide todo el equipo, la quieren todos y todos se muestran, pero se muestran bien, ofreciendo pase. Es un placer tener a futbolistas como Xavi e Iniesta porque les das el balón y es imposible que la pierdan. Es increíble su juego de conservación. Eso te da una tranquilidad enorme.
P. ¿A los centrales la tranquilidad no se la da Touré?
R. La de pivote es una posición básica para el equipo. Cuando el Barça ganó, ganó con Edmilson o Márquez, una referencia poderosa en el medio centro. Touré lo es. Por muchos detalles y en muchas circunstancias, Touré resulta un alivio para los centrales. Abarca mucho campo en una función muy importante.
P. ¿Usted le ha dado una agresividad al equipo que no tenía?
R. El equipo cuenta con jugadores de esas características. Está lleno de virtudes y debemos ser fuertes con nuestras virtudes, pero el Barça a su manera también sabe morder. Entiendo que somos competitivos.
P. En su estadio sí, pero fuera no ganan un partido.
R. En casa estamos muy cómodos; fuera tenemos que voltear. Hay que mejorar. Algún partido no lo jugamos muy bien, seguramente porque el rival nos exige más. El Barça debe ser siempre protagonista y jugar muy lejos de su campo, con presión arriba, la defensa adelantada. Eso le viene muy bien al equipo y hemos de hacerlo lejos del Camp Nou. Este equipo va a ganar muchos partidos jugando bien, pero hay que imponerse también no jugando tan bien; hay que ganar igual. Hay partidos que por el rival o porque uno no está fino no pueden ser espectaculares, pero debemos ganarlos igual. En Stuttgart y Glasgow jugamos muy bien. Ningún equipo consigue ganar jugando siempre bien. Ocurre que uno se pone contento cuando gana, pero se pone más contento si ha ganado jugando bien.
P. Ganar. Muy argentino.
R. No creo; esa etiqueta se la pueden colgar a cualquiera. Todo el mundo quiere ganar. Puede, eso sí, que los argentinos demos una imagen más particular en el campo a la hora de reaccionar frente a la adversidad.
P. Pocos defensas han llegado al Camp Nou y al segundo partido le pegaron un grito al capitán Puyol. Las órdenes del Mariscal Milito son respetadas.
R. Es mi manera de jugar, siempre fue así. Creo q ue es parte de la función de un defensor central, que por su posición tiene el panorama de todo el campo ante la vista. Es importante dar información para orientar al compañero. Depende del momento, un grito es mejor que un buen pase.
P. La línea defensiva es una de las que más varía con las rotaciones. ¿Le afecta?
R. Juegue quien juegue, el objetivo es el mismo. Somos defensores y hemos de darle seguridad al equipo. El fin es lo que importa.
P. El objetivo hoy es alcanzar la clasificación europea.
R. Claro. Una victoria sería muy importante, pero no será fácil porque el Rangers es un gran equipo.
P. ¿Qué ha significado para usted jugar la Champions?
R. No sé ni cómo explicarlo. Disfruto cada minuto de juego.
P. También debe disfrutar con el juego de Leo Messi.
R. De Leo me sorprenden ya pocas cosas. A cada partido te preguntas: '¿Cómo lo ha hecho?' Llegas al partido pensando '¿qué hará Messi?' Le conocí en Argentina. En el primer entrenamiento con la selección supe que era diferente a todos. He jugado con enormes futbolistas, pero ninguno como Leo.
P. ¿Y Ronaldinho?
R. Normalmente siempre te da una solución en el campo.
