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Dorsal 138, Jeremy Roy

El francés ha sido el primero en coronar tanto el Tourmalet como el Aubisque, aunque todavía no ha sumado una victoria de etapa

El Tour ya ha llegado a la montaña. Esta año ha costado un poco llegar a este paisaje bucólico, muchos días y muchos kilómetros, pero al final lo hemos conseguido, para alivio de esos corredores que tanto odian el llano.

Hemos tenido que esperar hasta la etapa número 15 para pisar los Pirineos. Luego llegarán los Alpes, que serán el colofón de la carrera, pero dejémonos de futuro, y disfrutemos más del presente, que aún queda mañana la etapa reina de esta cordillera.

Hablando de animales, yo esperaba encontrarme durante estos días con un oso. Sí ya, se que quedan muy pocos osos en el Pirineo, pero no me refería al encuentro con un animal real, sino al encuentro con el oso metafórico. Esperaba encontrarme con un oso recién salido de la hibernación, es decir, con un corredor que apareciese de la nada, y que tuviese su buena dosis de protagonismo durante estos días; cuando hasta ahora, en su casa y en pocos más sitios sabían que ese corredor estaba por aquí.

Pero este oso no ha aparecido; si acaso, hoy podría haber sido Moncoutie, o ayer pues no se, por ejemplo Danielson. Pero no, ya digo que estos días no me he encontrado con ese oso.

Pero no, estando en los Pirineos, con lo que me he encontrado es con un sarrio, que es como se le conoce al rebeco por estas latitudes, la cabra de las rocas.

Y ese sarrio, ha sido sorprendentemente Jeremy Roy, el primero en pasar ayer por uno de los míticos, el Tourmalet, e igualmente, el primero en pasar hoy por el otro mito pirenaico, el Aubisque. Y digo sorprendentemente porque el bueno de Jeremy no es precisamente el mejor escalador del pelotón. Es un buen corredor, pero no un especialista en la escaldada; no obstante, ahí queda eso. Y no ha podido ser oso porque ya ha estado dando guerra en la primera semana. Estuvo en fuga el primer día, y muy cerca estuvo de dar la sorpresa junto a Thomas Voeckler el día de Cap Frehel.

Pero sí que ha sido sarrio, el animal que mejor se ha adaptado a las alturas de estos valles de las montañas del Sur, y a los resultados me remito. Hoy ha estado a punto de ganar la etapa, pero se ha tenido que conformar con la tercera posición después de que Hushovd impusiese la ley de Thor. Pero el premio de consolación no es malo y podrá contarlo orgulloso: en el Tour del 2011, yo fui el primero en el Tourmalet y en el Aubisque.

Roy tiene ahora 28 años y es profesional desde el 2005, siempre en el mismo equipo, el FDJ. Su mejor victoria hasta ahora es una etapa en la París-Niza de 2009, precisamente ganada a Thomas Voeckler, líder actual del Tour. Pero es posible que más que de esa victoria, esté incluso más orgulloso de esta no-victoria. Que nunca figurará en su palmarés, pero que igualmente nunca quedará en el olvido.

Suerte en este Tour, dorsal 138. Hoy te has quedado con las ganas, pero hay que aplaudirte una vez más por el intento, a ver si otro día hay más suerte. Y no olvides que con lo de hoy y lo de ayer, tu nombre ya ha quedado en los anales de la historia del Tour, así que enhorabuena.

Jeremy Roy durante la 13ª etapa del Tour, después de coronar en solitario la cima del Galibier.
Jeremy Roy durante la 13ª etapa del Tour, después de coronar en solitario la cima del Galibier.DENIS BALIBOUSE (REUTERS)

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