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El CSD suprime el régimen de aislamiento de las gimnastas del equipo olímpico

Mábel Galaz

El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha desmontado el sistema de vida que las gimnastas del equipo olímpico mantenían en los últimos años. La seleccionadora búlgara Emilia Boneva ha regresado a su país. Los chalés en los que vivían se cerrarán, y con ellos se acabará el régimen de severa concentración. Las niñas residirán en el INEF junto a otros deportistas, y sólo por ser menores habrá con ellas una educadora. Su dieta será controlada por médicos del centro. Tampoco se entrenarán en el Moscardó, lo harán a los ojos de todo el mundo en el nuevo centro de alto rendimiento. "Hay que acabar con el secretismo e este deporte" ha declarado Eduardo Ayuso, subdirector del CSD.

El CSD abrió hace tres meses una investigación tras las denuncias efectuadas a EL PAÍS por varias gimnastas que desvelaban el sistema de vida y entrenamientos al que habían sido sometidas. Este método les llevó a dejar la alta competición por no poder soportar la presión a la que se las sometía. La conclusión a la que han llegado las autoridades deportivas es contudente: hay que desmontar ese sistema de vida. Eduardo Ayuso, subdirector general del CSD, asegura: "Hay que acabar con el secretismo que ha rodeado en los últimos tiempos a la gimnasia. Las gimnastas son deportistas normales y lo que deben hacer es vivir con otros deportistas, no aisladas del mundo como lo venían haciendo hasta ahora. Por eso, también se entrenarán con otros atletas en el centro de alto rendimiento que estamos construyendo".El CSD ha decidido imponer a la Federación Española de Gimnasia importantes cambios en el régimen de concentración de las gimnastas. Emilia Boneva ha regresado a Bulgaria; África López, doctora del equipo desde hace cuatro meses, estará apoyada por los servicios médicos del CSD, que realizarán continuos controles, y se ha acabado el sistema de férrea concentración. La revolución es total.

Las 16 integrantes de los equipos de rítmica y deportiva se mudarán el mes de marzo al INEF. Los chalés de la carretera de Vicálvaro, en los que vivían bajo un rígido sistema de concentración, se cerrarán definitivamente. Desde hace unos días el CSD trabaja en adecuar una zona de sus instalaciones, antes destinada a viviendas oficiales, en residencia de estas deportistas. "La casa de los horrores", como la calificó el diario Marca, no era tan aconsejable a juicio de las autoridades deportivas como se pretendía hacer ver. Las niñas dejarán de estar vigiladas 24 horas. Tan sólo, y por tratarse de menores, tendrán junto a ellas a una educadora. No será una entrenadora como hasta ahora, sino alguien habituada al trato con jóvenes y con conocimientos de psicología.

Las autoridades deportivas también se preocuparán de que las gimnastas sigan estudiando. Durante el último año las integrantes del equipo dejaron de asistir al colegio para ganar más horas a los entrenamientos.

Otras de las denuncias efectuadas por las gimnastas se referían a las duras dietas alimenticias. El control del peso continuará al tratarse de un deporte en el que la silueta es fundamental, pero será de una manera más racional. Los menús se confeccionarán en el INEF por dietólogos. Las niñas utilizarán como los otros deportistas los comedores del centro.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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