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Entrevista:LUIS SUÁREZ | Ganador del Balón de Oro en 1960 | FÚTBOL | Internacional

"En España se me valora poco"

Ahora que se anuncia un nuevo Balón de Oro para el fútbol español hay quien repara en Luis Suárez Miramontes (A Coruña, 1935), el único jugador nacido en España que cuenta con la distinción más relevante a título individual en este deporte. Quizás la distancia geográfica difumina el recuerdo. Solo su etapa como técnico en la selección nacional sub 21 y la absoluta le trajo de vuelta a su país, pero hace ya 20 años que dejó los banquillos tras un efímero paso por el Albacete. En realidad, desde hace medio siglo su hogar está en Milán, vinculado al Inter. "La vida te va llevando", se explica.

Pregunta. ¿Siente que le tenemos olvidado?

Respuesta. Seguramente se me valora poco en España. Lo veo en futbolistas de otros países que también hicieron cosas importantes y da la impresión de que están más considerados en su casa. Pero es un poco nuestro carácter. Siempre tendemos a valorar más lo foráneo.

"Iniesta es más genial y profundo que Xavi. Su fútbol parece fácil, pero no lo es"
"Sneijder merecía estar nominado, ¿pero a quién quitamos de los otros tres?"
"En la final de 1964 grité a mis compañeros del Inter, embobados viendo a Di Stéfano"
"No recuerdo un gol mío de cabez. Es más, ni haberle dado a la pelota de cabeza"

P. ¿Mantiene el vínculo con sus raíces?

R. Lo intento. En A Coruña tengo dos sobrinos, los hijos de mi cuñada, que todavía vive en la casa donde nací, en el barrio de Monte Alto. Ahora, con ocasión de los últimos homenajes que me han hecho, pude ver a gente que hacía 30 o 40 años que no veía. Son cosas que te llegan al corazón porque el recuerdo es maravilloso.

P. ¿Cómo era aquel barrio?

R. Totalmente diferente. El otro día estuve allí y no conocía aquello con el tráfico, los edificios... Antes era un descampado con casas bajas. Los chavales jugábamos en la calle. Nadie tenía balón y armábamos pelotas con trapos. Luego, nos enteramos de que en la parroquia que había al lado un sacerdote quería montar un equipo al que llamó Perseverancia, un nombre bien simpático, y nos fuimos todos para allí: nos daban los balones y las camisetas.

P. "El juego de Suárez no le va al Deportivo, la afición le abuchea, traspasarlo es un beneficio para todos", sentenció el presidente que decidió venderle al Barcelona.

R. Lo que no tenía en cuenta es que cuando contaba con 13 años jugaba contra rivales de 16, que cuando tuve esa edad lo hacía contra los que tenían 22 y que con 17 ya jugaba con gente que pasaba de los 30. Sufría por la inferioridad física, pero tenía mucha más capacidad técnica. Si ve las fotos, verá que siempre era el más canijo y en algunas situaciones del juego tenía algo de temor. Seguramente alguno se engañó por ahí.

P. ¿Se privilegiaba a los más fuertes?

R. Todavía hoy en muchos equipos de fútbol base se busca la fortaleza y la potencia antes que la técnica. Y lo que es peor: se trabaja más en ese sentido. Es importante entender que, si un chiquillo tiene clase, lo demás se puede conseguir, pero al revés es muy complicado.

P. La terna de nominados al Balón de Oro, Xavi, Iniesta y Messi, desmiente a quienes privilegian esas otras facetas.

R. Porque el fútbol tiene algo que no tienen otros deportes y es que acepta a todos, al pequeño y al grande.

P. ¿Era más atrevido el fútbol de antes?

R. Sí. Era diferente. También era más técnico y se buscaba más el gol. La gente de alto nivel se las tenía que ingeniar porque lo más frecuente era sufrir un marcaje individual. Ahora, con lo de hacerlo en zona, no hay tantas dificultades.

P. La temporada pasada, Xavi sufrió un marcaje individual.

R. Y la gente se escandalizó. Recuerdo ese partido contra el Almería y creo que Hugo Sánchez hizo lo correcto. Xavi es el que organiza el cotarro. Si le pones a Chico encima, pierdes un jugador por otro, pero el Barça perdía más. Para mí, sale ganando el débil.

P. Pero nadie lo ha vuelto a hacer.

R. Parece como si a algunos les diera vergüenza. Allá ellos si quieren recibir goleadas. Si sales a jugar de tú a tú al Barça, casi todos los equipos del mundo están perdidos.

P. Su favorito para el Balón de Oro es Xavi, pero dicen que se lo llevará Iniesta.

R. Cualquiera de los dos lo merece, pero creo que Xavi fue más regular durante todo el año. Iniesta es más genial y más profundo. Su fútbol es simple. Parece fácil, pero no lo es. No todos pueden hacer lo que hace.

P. ¿Echa de menos a Sneijder entre los finalistas?

R. Merecía estar porque hizo un curso excepcional con el Inter, ¿pero a quién quitamos? A veces no se sabe bien cómo se hacen este tipo de votaciones. Yo gané el Balón de Oro en 1960 tras ganar con el Barcelona la Liga y la Copa de Ferias. Luego, en 1964, logré con el Inter el scudetto y la Copa de Europa y con la selección española la Eurocopa. Quedé segundo. Me superó el escocés Danis Law.

P. En los años sesenta ningún jugador repitió título. Antes y después de ellos lo hicieron Di Stéfano y Cruyff.

R. La competencia era grande. Fui dos veces segundo y una tercero.

P. El portugués Eusebio y usted fueron las referencias. Luego, el inglés Bobby Charlton. El brasileño Pelé no jugaba en Europa. ¿Qué clase de futbolista era Suárez?

R. Técnico, con muy amplia visión del juego, pase en largo... Me gustaba tocar, pero más profundizar. Tenía cambio de ritmo y llegaba hasta el borde del área. Marcaba goles, pero no por arriba. No recuerdo un gol mío de cabeza. Es más, no recuerdo ni haberle dado a la pelota con la cabeza.

P. En la final de la Copa de Europa de 1964, el Inter jubiló al gran Madrid de Di Stéfano y Puskas.

R. Fue en el Prater, en Viena. Inolvidable. Era la primera vez que el Inter llegaba a una final de ese nivel y la temporada anterior habíamos ganado el scudetto tras 10 años en blanco. El equipo era muy joven, pero yo tenía 26 años, ya era balón de oro y habían pagado por mí 25 millones de pesetas al Barcelona. En el túnel de salida al campo tuve que pegar varios gritos para que la gente espabilara porque estaban embobados viendo a Di Stéfano.

P. ¿Qué importancia tuvo Helenio Herrera en su carrera?

R. Mucha. Me conocía del Barça e insistió a Moratti para que me llevara a Milán y montar un equipo en torno a mí. Era un gran motivador, entrenador, preparador físico, un adelantado...

P. ¿Un bocazas?

R. No. Hablaba cuando debía. Era un gran trabajador. Ahora quedan las anécdotas de lo de "ganar sin bajar del autocar" o que "con 10 se juega mejor", pero había mucho más.

P. ¿Resiste Mourinho la comparación con él?

R. Hay que esperar a que haga su carrera. Son épocas distintas también.

P. ¿Le dolió que Mourinho dejara el Inter?

R. Sí. Para el Inter habría sido mejor que siguiera porque había armado un equipo ganador e hizo un gran año. Lo mejor era la continuidad, pero él tenía otra idea y hay que respetarle. Yo lo veo así, pero es que el Inter es el equipo de mi vida.

P. Si tuviera que quedarse con un compañero...

R. Lo haría con uno que ya no está entre nosotros, pero que fue un ejemplo por lo que hizo, por las ganas que tuvo de ser grande y por conseguirlo: Giacinto Facchetti. Es un poco lo que hablábamos antes. Tenía mucha potencia y fortaleza.

P. Fue atleta antes que futbolista

R. Sí, pero la diferencia es que él, cuando se decantó por el fútbol, trabajó muchísimo para mejorar su técnica. Y luego estaba la manera de comportarse. Era un señor.

P. Herrera dejó en herencia sus apuntes a Facchetti. ¿Sabe quién los tiene ahora?

R. La familia de Facchetti. Pero no eran nada excepcional esas hojas... Eso sí, su valor sentimental es enorme.

Luis Suárez ante la placa dedicada a él, <i>arquitecto del fútbol</i>, en la casa en la que nació.
Luis Suárez ante la placa dedicada a él, arquitecto del fútbol, en la casa en la que nació.GABRIEL TIZÓN

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