Falcao, un nuevo Zamorano

"Messi es impresionante". El pasado miércoles, por la noche, Radamel Falcao dejó escrito tal mensaje en su Twitter. El delantero colombiano del Oporto acababa de presenciar por televisión el maravilloso segundo gol que el barcelonista marcó al Madrid en la ida de las semifinales de la Champions. Veinticuatro horas después, la atención del fútbol posó su mirada sobre el propio Falcao. En 45 minutos de pasión, magia y acierto logró cuatro de los cinco goles que encajó el Villarreal en la Liga Europa. Por supuesto, Falcao tuvo su comparecencia más feliz ante los medios tras su goleada. "Es la primera vez que marco cuatro goles. Siempre soñé con algo así", expresó a la salida de los vestuarios de Do Dragão.

Los goles conseguidos por Falcao ante el conjunto castellonense le definen: el primero lo obtuvo gracias a un penalti que se fabricó él mismo tras recibir el balón a espaldas de los centrales amarillos y encarar a Diego López. El segundo fue de oportunista, aprovechando la internada de Hulk y ganándose el espacio y la asistencia del brasileño. El tercero fue un remate de cabeza acrobático tras un lanzamiento de falta. Y el que cerró el marcador y su partido perfecto llegó también de un testarazo tras ganar en el salto a un adversario y ajustar el esférico al palo derecho de la portería.

Sus 15 tantos en 12 partidos en la Liga Europa, con dos tripletes y cuatro ante el Villarreal, sitúan ya a Falcao en los anales del fútbol, igualándole con el alemán Jürgen Klinsmann, que en la temporada 1995-1996 anotó otro póquer en la antigua Copa de la UEFA.

Las prestaciones que ofrece, su capacidad para el desmarque, su brega constante y su aspecto físico, sin llegar a los 180 centímetros, hacen que Falcao, apodado El Tigre, se asemeje en sus formas a Iván Zamorano, el que fue delantero del Sevilla, el Madrid y el Inter. El sacrificio y la humildad también le dan un aire al chileno. "Estoy muy agradecido al grupo y al Oporto como institución por haber hecho que crezca", reconoce con sinceridad Falcao, que a los 15 años tuvo que dejar Bogotá para marcharse a Buenos Aires y enrolarse en el River Plate, en el que hizo su debut profesional con 19. En cuatro temporadas con los Millonarios marcó 45 goles pese a estar inédito en una por una grave lesión de ligamentos, lo que retrasó su salto a Europa hasta el verano de 2009, cuando el Oporto pagó 5,5 millones de euros por él. En dos cursos en la Liga portuguesa lleva 38 goles en 49 partidos. Y 19 en competición europea en 18, cuatro de ellos en la pasada Champions.

Los cuatro tantos al Villarreal realzan su futuro. El Oporto y su negociador presidente, Pinto da Costa, ya andan buscando un sustituto para Falcao, conscientes de la revalorización del colombiano, que antes del partido frente al Villarreal ya contaba con pretendientes de la Premier.

Desde Inglaterra se apunta que el Tottenham está dispuesto a pagar 50 millones por Hulk y él, la pareja ofensiva de Los Dragones. El Arsenal, el vecino y rival de los spurs, tiene preparados también los 30 que figuran en la cláusula de rescisión del contrato de Falcao, que vence en 2013. A la puja se puede sumar el Chelsea, que incluso se llevaría a Stamford Bridge al entrenador del Oporto, Villas-Boas, como en su día ya hizo con José Mourinho.

De momento, a sus 25 años, Falcao quiere seguir creciendo: "Tengo aún mucho que mejorar".