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Reportaje:FÓRMULA 1 | Gran Premio de España

"Ferrari hace trampas"

Alonso acusa a la escudería de Michael Schumacher de entrenarse más de lo acordado

Lo dijo bajito, con voz liviana, el gesto inalterable, la gorra calada. Lo dijo así, como quien no quiere la cosa, pero perfectamente claro: "Ferrari y BAR-Honda hacen trampas". Eso afirmó ayer Fernando Alonso en Barcelona, a cuatro días de verse las caras con Michael Schumacher y Jenson Button en el circuito de Montmeló. La sentencia destapó la caja de los truenos.

Porque, si alguna duda albergaba la Corte de Apelación de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), que hoy debe decidir si expulsa a BAR del Mundial, Alonso le facilitó algunos argumentos: "Hay dos equipos que hacen trampas. Uno es BAR-Honda y se demostró en Imola. Lástima de que el año pasado nos quitase el segundo puesto por equipos. Otro es Ferrari, que se entrena más de lo acordado entre todos los equipos".

La marca italiana se negó a adoptar una medida tomada para abaratar los costes del 'circo'
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Se olvidó, sin embargo, el español, líder del Mundial con tres victorias consecutivas en las cuatro pruebas disputadas, de citar un pequeño pero relevante detalle: Ferrari fue la única escudería que en su momento se negó a secundar el pacto de caballeros que sellaron el resto de los equipos para contribuir a reducir los costes en la fórmula 1. Todos los demás acordaron, antes de que se iniciase la temporada, que, añadirían a todas las medidas tomadas para abaratar los ingentes cifras en las que se mueve este deporte una reducción en el número de entrenamientos realizados durante la temporada: no más de 30 días. A la escudería del heptacampeón mundial, siempre muy suya -ya fue la última en dar el sí a la prolongación, hasta 2012, del conocido como Pacto de la Concordia, que, firmado por la FIA, Ecclestone y todos los equipos que participan en el Mundial, regula los recursos económicos de la categoría-, no le gustó la idea y se negó a participar de ella.

Y, por lo que dijo Alonso ayer, la marca italiana ha llevado su negativa hasta las últimas consecuencias. Según denunció el piloto de Renault, después del Gran Premio de Bahrein -conquistado por él mismo-, cuando todos los equipos preparaban el de San Marino, Ferrari triplicó los días de entrenamiento acordados por el resto. "Todos nos entrenamos seis días y Ferrari lo hizo 20. Por tanto, su mejora es más rápida", apuntó Alonso; "pueden hacer lo que quieran, pero todos acordamos reducir costes y el número de tests para salvar la fórmula 1 y hay algunos que no", abundó refiriéndose a los de Maranello. Las alusiones, sin embargo, podrían ser extensibles a otros equipos, pues se sabe que no sólo Ferrari incumple el pacto. Las escuderías que tienen más recursos se las ingenian para llevar a cabo, más o menos en secreto, más entrenamientos de los acordados.

De momento, ni Ferrari ni Schumacher -cuyo coche aún se probaba ayer en Maranello- han abierto la boca ante tal acusación. Satisfecho por su actuación en Imola -fue segundo, por detrás de Alonso-, el alemán ha proclamado que "la lucha por el Mundial no ha hecho nada más que comenzar". Y algo parecido dice Alonso, que, ayer, al margen de las acusaciones, admitió la evidente mejora de Schumacher y su Ferrari. "Michael vuelve por el buen camino", dijo el asturiano, que advirtió de que su Renault no es ahora el bólido mejor preparado para Montmeló. "No somos el equipo de referencia: Ferrari y McLaren están ahora por delante y tenemos que recuperar terreno", añadió. Las últimas pruebas en Jerez no han dejado demasiado satisfecho al ovetense, que sólo piensa en que su Renault sea constante en Montmeló y no sufra demasiada degradación.

Alonso dio así un toque de atención a su equipo y rebajó la presión que, momentos antes, él mismo había admitido: "Después de lo de Imola, tendría que ser favorito. Llegamos en un buen momento y no contar con nosotros sería un error".

Fernando Alonso, ayer en Barcelona, presentando un juego.
Fernando Alonso, ayer en Barcelona, presentando un juego.ENRIC FONTCUBERTA

Hoy, sentencia para BAR

Tras ser tercero en el Gran Premio de San Marino, en Imola, Jenson Button y su equipo, el BAR-Honda, se enfrentan ahora a una posible expulsión del Mundial y a una multa de un millón de euros. Eso es lo que ha solicitado para ellos la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) después de las irregularidades detectadas en Imola y también lo que debe decidir hoy, en París, la Corte de Apelación del citado organismo.

La FIA acusa a BAR de "mala fe" por haber competido con un coche menos pesado de lo permitido (600 kilos) y por haber escondido en él un segundo tanque de gasolina. La FIA sostiene que este segundo tanque "permite a un bólido seguir dos o tres vueltas más que otro que está en 600 kilos".

Apelando a su integridad, BAR niega las acusaciones.

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