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CICLISMO

¡Qué casualidad!

Horas antes de presentarse el Tour, la fiscalía de París ordena analizar jeringuillas del Astana de julio

Aprovechando que Lance Armstrong y Alberto Contador estarán hoy en París para ver el mapa del Tour 2010, la fiscalía de la capital francesa ha ordenado analizar las jeringuillas depositadas en el cubo de la basura por varios equipos durante el último Tour en busca de gotas de sustancias dopantes. Así, el ganador de la carrera y el ganador de siete más, en vez de verse enfrentados a un debate sobre la función final de los Pirineos, que cumplen 100 años en el Tour en 2010 -¿para qué se crearon esas montañas?, ¿para separar o unir Francia y España?, ¿para separar en el pelotón a los escaladores de los ciclistas vulgares?, ¿para que los corredores españoles, de Trueba a Contador, con Bahamontes, Berrendero, Jiménez y Delgado, tuvieran un espacio propio para escribir su leyenda?-, y a su papel en la elección del ganador del próximo -se dice que el Tourmalet, la montaña símbolo del Tour y de los Pirineos, se ascenderá dos veces, en dos jornadas diferentes, siendo final de etapa un día-, deberán enfrentarse al descubrimiento público del sistema de tratamiento de residuos clínicos, lo que, de entrada, no parece tan evocador.

Con el Astana bajo investigación, Armstrong y Contador conocerán cómo es el Tour 2010

En 1999, al año siguiente del caso Festina, se puso de moda entre la policía y algunos periodistas de investigación buscar entre las basuras de los hoteles cuando los dejaban los equipos o seguir a los médicos más precavidos, que buscaban contenedores en las autopistas para deshacerse de material usado. Así se descubrió que los del US Postal, el equipo entonces de Armstrong, usaban Actovegin, un producto a base de sangre de ternera que no estaba prohibido -y que, según los expertos, no sirve para nada-, lo que valió para organizar un pequeño escándalo. Para evitar recaídas y cumplir las leyes sobre residuos clínicos, los equipos empezaron después a contratar a empresas especializadas en el tratamiento de basuras y más tarde el Tour acabó ofreciéndolo como un servicio propio. De esos contenedores es de donde la fiscalía parisiense quiere extraer pruebas de dopaje. "Que busquen", dicen fuentes del Astana; "no encontrarán nada. Todos los medicamentos que hemos usado en el Tour los hemos declarado a la inspección correspondiente. Si compramos una caja de aspirinas en Francia, guardamos el recibo. Ya nos han registrado bastante durante la carrera para saber que no llevábamos nada prohibido".

La noticia llega al día siguiente de que el patrón del Tour, Christian Prudhomme, anunciara que la agencia francesa antidopaje ha llegado a la conclusión de que no se produjo ningún positivo en la edición de 2009.

Contador y Armstrong, que no disputarán con toda seguridad el Tour 2010 en el mismo equipo, se verán las caras por primera vez después del podio de los Campos Elíseos y de la cena de celebración. Mientras Armstrong correrá, por elección propia, en el nuevo conjunto de Johan Bruyneel, The Shack, Contador se siente aún encadenado al antiguo Astana, un cuadro fantasma que, de momento, no tiene ni corredores ni condirectores.

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