_
_
_
_
_
Reportaje:Fútbol

Fractura total en el Betis

La estructura y la situación económica complican el futuro de un club tan presidencialista

Estas últimas dos semanas, desde que la Liga bajó el telón, han sacudido al Betis. Su descenso a Segunda sumió en un silencio sepulcral a la entidad verdiblanca. Y, sobre todo, a su máximo accionista, Manuel Ruiz de Lopera. Sin embargo, el fracaso deportivo ha despertado la indignación en gran parte de los aficionados béticos. Hasta tal punto que esta tarde, a las 20.30, hay prevista en Sevilla y en otras ciudades españolas una manifestación para protestar por lo que los organizadores consideran una gestión nefasta del club por parte de Lopera que ha provocado "una fractura social total". Su lema: 15-J. Yo voy, Betis. Por tu dignidad y tu futuro. Una muestra de que el equipo andaluz traspasa los límites futbolísticos en la capital andaluza: dos partidos políticos, el PP y el PSOE, han mostrado su preocupación por la situación del club. Y el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, declaró el pasado martes a Canal Sur Radio que "el Betis tiene merecido el descenso porque lo ha hecho mal".

Los críticos con Lopera se manifiestan hoy en varias ciudades españolas
Más información
La hinchada bética clama contra Lopera tras el descenso

Un día después, Lopera respondió a las voces que le señalan como culpable del descenso. Lo hizo en la emisora oficial del club. Sus primeras palabras fueron de perdón. En las siguientes, se eximió de toda culpa. "Con mucha ilusión traje al entrenador que me pidió todo el mundo y todos los fichajes que me pidieron, porque quería un Betis de UEFA", dijo. Los 36 millones de euros que desembolsó la entidad en seis fichajes no han servido para salvar la categoría. Pero según los opositores al máximo accionista, el problema no es tanto de jugadores como de funcionamiento del club. "El Betis es una institución anquilosada, perdida en la noche de los tiempos. Todo se basa en la decisión de una persona, Lopera", explica Emilio Carrillo. El ex concejal del Ayuntamiento de Sevilla, autor del libro El Betis y Sevilla, apunta a la necesidad de "una estructura con especialización de áreas y la modernización del club".

Ese cambio, reconoce Carrillo, presenta dificultades. Entre ellas, saber la situación económica real del club. Algo que no resulta sencillo. Lopera se hizo con el paquete mayoritario de las acciones del Betis en 1992. En estos años, el dirigente bético ha controlado todo hasta el último detalle: desde los fichajes hasta la equipación, pasando por la construcción de la Ciudad Deportiva o la remodelación del estadio que lleva su nombre. "El problema es el accionista, que tiene el 51% del club y que en 17 años ha montado una empresa para dirigirlo", afirma José Antonio Tirado, presidente de la Junta Directiva de la asociación Por Nuestro Betis. "Creo que ha perdido un poco el norte y piensa que esto es suyo", confiesa Emilio Soto, de Béticos por el Villamarín.

El presupuesto del club para 2008-2009 fue de 46 millones de euros. El déficit reconocido es de 11,4 y la deuda, de 25. Una situación que el Betis pretendía paliar con el contrato que firmó con Sogecable por sus derechos televisivos: cinco años a razón de 27 millones por temporada. Pero desde la compañía audiovisual aseguran que el acuerdo sólo era válido si el equipo se mantenía en Primera. De ahí que nadie se atreva a dar una cifra exacta de su valor actual, aunque Carrillo lo estima en 15 millones de euros. La respuesta de Lopera, que está siendo investigado por un presunto delito societario, no se hizo esperar: "Quieren que regale las acciones. Es una coacción. ¿Cómo se las voy a regalar?".

Ninguno de sus críticos cree que vaya a venderlas. Pero confían en que la manifestación de esta noche le presione. "O el club cambia, o la Segunda no será sólo una pesadilla de una noche de verano", apunta Carrillo.

Lopera.
Lopera.GARCÍA CORDERO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_