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Reportaje:El clásico que decide la Liga

Frente al poder, valentía

Guardiola asume que ante el Madrid, "un equipo comprado y creado para competir", su equipo debe ser más atrevido que nunca

Hace un año, camino del Bernabéu, líder y con el Madrid a tres puntos, Guardiola asumió la responsabilidad del favorito con la misma naturalidad que retó a sus hombres a ganar en casa del entonces campeón. Le hicieron caso sus chicos y le metieron seis al Madrid. Hoy llegan como campeones, pero Guardiola entiende que, esta vez, el líder juega en casa y si hay un favorito es el Madrid de Florentino Pérez. "Las sensaciones son diferentes", asumió. "Dudo que no se sientan favoritos. Lo que he visto del Madrid asusta. Tiene muchas virtudes, muchísimas", dijo el entrenador del Barcelona, que ha llegado a una conclusión: el Madrid es muy poderoso.

Guardiola sabe que el Madrid ha cambiado respecto al de la primera vuelta. Más trabajado, ha pasado del 4-4-2 en rombo, con Kaká en el vértice, a un 4-4-2 plano, con Van der Vaart y Granero en las bandas, donde mueve a muchos jugadores de afuera adentro, dejando pasillo para los laterales, Marcelo y Ramos. Así que se juntan hasta seis futbolistas por dentro, donde tienen mucha pegada, con lanzadores desde la media distancia y buenos pasadores interiores.

"Pase lo que pase quiero que, al final, el mundo piense: 'hemos visto jugar al Barça"

"De nada hacen un gol", dicen los ayudantes de Guardiola, que creen que Xabi Alonso les junta mucho. "En el juego posicional", dice Pep, "están mejor que el año pasado y siguen siendo tremendamente poderosos ante el gol". Guardiola siente pavor por sus contras y añade: "Uno por uno tienen un altísimo nivel. Cuando te dominan, te dominan bien: Xabi Alonso, Guti por dentro; juegan muy bien al espacio, son muy rápidos, meten muchos goles, tienen un buen portero, en la estrategia son fuertes... Y al contragolpe son el segundo mejor del mundo -señaló al Valencia como el mejor-. Eso no lo han perdido: matan a la contra".

Por todo, considera Guardiola que son más fuertes que el año pasado. "Es un equipo comprado, hecho y creado para ganar la Champions y luchar en todas las competiciones. Todos los jugadores son de alto nivel. Me ha impresionado lo que he visto", insiste. Entonces, el técnico del Barça recurrió a la estadística: "Lleva 15 victorias de 15 posibles en casa y 50 goles, es una barbaridad".

Consciente de que "puede pasar cualquier cosa", Guardiola retó a sus chicos: "Podemos ganar, empatar o perder. No lo sé, así que por encima de todo me preocupa que, pase lo que pase, la sensación sea buena y que el mundo diga: 'hemos visto al Barça". Por eso, contra tal demostración de poderío, se impone como nunca la osadía: "Hemos de ser valientes, ir a por el partido. Quiero que cuando terminemos los jugadores piensen que les hemos ido a buscar, que hicieron todo para que pasaran cosas. Quiero que sea mi equipo, como nunca. Ya veremos si ganamos o no". Lamentó, en cualquier caso, la ausencia de Ibrahimovic, decisivo en el partido del Camp Nou. El sueco, lesionado, no entró ayer en la lista de convocados. Guardiola sabe quién ocupará su puesto y no lo dijo: "Tengo claro con quién quiero jugar y cómo quiero jugar". Lo dijo muy claro: "Como el año pasado. No pido que ganen dos a seis, pero sí que sean valientes, que cuando termine el partido digamos: perdimos, pero fuimos atrevidos". "Quiero que provoquemos", insistió.

Descartó absolutamente un resultado como el del año pasado: "Es irrepetible, pasa una vez en la vida, no pasa más. Pero, por lo que he visto, será un partido entretenido, habrá goles y la gente se lo va a pasar muy bien. Intuyo que será un partido chulo", convino el entrenador, invitando a la gente a ver un duelo "lleno de excelentes jugadores entre los dos equipos más fuertes del país".

Guardiola rehuyó entrar en el debate de si Messi resultará más decisivo que Cristiano Ronaldo. "Me preocupa el Real Madrid, no sólo Cristiano Ronaldo", aseguró antes de aclarar que a Leo sólo le pide que haga lo que pueda. "Intentará hacerlo lo mejor posible. Sabe que no gana solo y menos en el Bernabéu. Tengo la sensación de que tanto elogio le da vergüenza, que no se siente cómodo porque sabe que los demás le ayudan. Y eso harán otra vez; intentaremos que todos nos ayudemos". Eso sí, con valentía. Sólo así se combate el poder blanco.

Guardiola, ayer tras el entrenamiento del Barcelona.
Guardiola, ayer tras el entrenamiento del Barcelona.REUTERS

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