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Goikoetxea: "Sentí gritar a todo el pueblo vasco"

Los jugadores del Athlétic de Bilbao habían decidido antes de iniciarse el encuentro el miércoles contra el Lech Poznan dedicar el triunfo que esperaban conseguir a su compañero Goikoetxea, puesto en la picota a raíz de la lesión de Maradona. El entrenador bilbaíno, Javier Clemente, por su parte, había dicho la víspera del partido:"Naturalmente que va a jugar Goiko, y además va a ser el mejor y va a marcar dos goles". Fue, efectivamente, el mejor. Goiko recibió el homenaje de sus compañeros y del público. Se le pusieron los pelos de punta "porque en ese momento sentí gritar a todo el pueblo vasco". Ayer, tras un suave entrenamiento realizado en Lezama, Goikoetxea y Clemente conversaron con EL PAIS.

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"Mi primera reacción", explica el central, 'fue de incredulidad". No me lo podía creer. Luego vino uno de la radio, me pusieron los cascos y oí en directo a uno del comité, Vara de Rey me parece, confirmando que la sanción era de 18 partidos y el motivo agresión a un contrario. ¡Agresión, cuando se trataba de la disputa de un balón! Al principio me entró una sensación como de impotencia, pero enseguida se acercaron mis compañeros, indignados, diciendo, es una canallada, vaya injusticia, cosas así, y a la impotencia sucedió una rabia intensa que no podía expresar con palabras.La tristeza de la sanción empañó la alegría del triunfo logrado minutos antes en el terreno del juego. Goikoetxea manifestó: "Estoy muy agradecido a mis compañeros. Ellos sabían que para mí era un partido muy especial, porque conocen lo mal que lo estoy pasando. Cuando me ofrecieron el triunfo y me levantaron en hombros se me saltaron las lágrimas, claro, son momentos que te llegan muy adentro. Como los del público gritando mi nombre. Se me puso carne de gallina, porque yo ya sé, con todo lo que se ha dicho y escrito estos días, que los 40.000 o 50.000 espectadores que llenaban el campo representaban allí algo más que un grupo de aficionados: era a todo el pueblo vasco a quien yo sentía gritar. Y esa relación que se establece en San Mamés entre el pueblo y los que salimos a jugar es algo que no se puede comprar con millones".

Reconoce Goiko que salió nervioso, "pero era una tensión especial, difícil de explicar, como cuando estás ante un momento clave de la vida y la misma intensidad de la situación hace que te sientas extrañamente sereno, con la impresión de que eres capaz de dominarte. Luego, al ver la reacción del público, con la alegría del gol a poco de comenzar, los nervios se me calmaron ya del todo, y jugué muy tranquilo".

El martes por la tarde Goiko telefoneó varias veces a la clínica de Barcelona donde se encuentra Maradona "pero el que cogía el teléfono me decía que Diego no se podía poner. La verdad es que no creo que él dijera que no quería hablar conmigo, porque es una persona muy noble. Más bien me temo que haya alguien que prefiere que Maradona y yo no podamos hablar directamente, entre compañeros".

Miguel Muñoz, que ha contado con el central bilbaíno para los tres últimos compromisos internacionales de la selección, presenció el partido de San Mamés. Goiko espera seguir contando con su confianza, "porque no me cabe en la cabeza que puedan intervenir factores ajenos a los puramente deportivos. Por mi parte, seguiré entrenando, no igual, todavía más, porque es ya una cuestión de amor propio superarme a mí mismo y demostrar que si no puedo jugar con mi equipo es porque he sido víctima de una injusticia".

Recurso

La directiva del Athlétic va a recurrir ante el comité de apelación de la Federación Española. Goiko permanece tranquilo "porque me han dicho que lo esté, que van a recurrir a donde haga falta. Yo, la verdad, espero, por el bien del fútbol que los señores del comité reconozcan noblemente que se han equivocado. Ya sé que humanamente es difícil admitir un error, pero tendrán que hacerlo o, nadie podrá ya creer en su imparcialidad. El año pasado hubo dos casos con las lesiones de Bonet y Santi, que llevan medio año cada uno, de ello sin poder jugar, y el comité no sancionó a nadie porque reconoció que las entradas de Migueli y N'Kono que causaron las lesiones no fueron intencionadas. ¡Cómo puede reconocer que no hubo intencionalidad en mi entrada y sancionarme con 18 partidos!El entrenador bilbaíno, Javier Clemente, por su parte, considera que "lo más chusco del asunto es la explicación que dio por la televisión el presidente del comité. Le preguntaron si había algún antecedente y Martínez Lafuente citó el caso de la sanción a Lobo Diarte. Pues para mí ese caso demuestra precisamente la injusticia que se ha cometido con Andoni. A Diarte le sancionaron con 10 partidos tras haberle sido mostrada la tarjeta roja por una patada sin balón a Ruda, el jugador del Sevilla. A Goiko le sacaron tarjeta amarilla por, según el acta, una entrada por detrás en disputa del balón. La diferencia entre los dos casos está clara: tarjeta roja/tarjeta amarilla; agresión sin balón/entrada en disputa de la pelota; intencionalidad /no intencionalidad. Y, sin embargo, a Goiko le sancionan con casi el doble de partidos. La diferencia no puede estar en la gravedad de la lesión, porque Ruda ha estado seis meses sin poder jugar. Entonces ¿porqué esa discriminación?"

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