Gallardón "apuesta" por el Madrid

El Ayuntamiento aprobó ayer la modificación urbanística que permitirá al Real Madrid cubrir el Santiago Bernabéu y construir un complejo de ocio, comercial y turístico ubicado en la fachada del paseo de la Castellana. El club invertirá 200 millones de euros en la remodelación, que en ningún caso echará a andar hasta dentro de dos años, cuando concluyan los trámites urbanísticos.

En la asamblea extraordinaria del 25 de septiembre, el presidente de la entidad, Florentino Pérez, prometió: "Dotaremos a nuestro estadio de una piel envolvente que sea un hito arquitectónico mundial. Tiene que convertirse en único, el mejor del mundo, la obra cumbre del siglo XXI". Pérez planea convocar un concurso arquitectónico para la reforma.

Según la modificación aprobada, el club cederá al Ayuntamiento la superficie de suelo que ocupa la Esquina del Bernabéu, una zona comercial de 6.858 metros cuadrados de edificabilidad. De hecho, tendrá que tirar abajo el edificio y entregar un parque urbanizado. Además, cederá cuatro parcelas en el distrito de Carabanchel -con 5.577 metros cuadrados de edificabilidad residencial, y valoradas en 4,4 millones de euros-, reconvertidas en zonas verdes y equipamientos públicos.

Por último, deberá abonar 6.667.000 euros al Ayuntamiento por el incremento de edificabilidad.

La operación urbanística le saldrá así al club por 11 millones de euros. A cambio, podrá construir un centro de ocio y comercial de 12.250 metros cuadrados de edificabilidad (el doble que la actual Esquina) en el paseo de la Castellana, con un aparcamiento subterráneo de 600 plazas. Además, cubrirá el estadio, lo que elevará la edificabilidad total del complejo en 26.323 metros cuadrados.

El Ayuntamiento asegura que, pese a lo que pueda parecer, el club no gana ni un euro con esta operación. Argumenta que el posible beneficio se ve compensado aproximadamente por los 200 millones que invertirá el Real Madrid en el estadio, lo que dinamizará la economía madrileña.

Según sus cálculos, se crearán 3.000 empleos directos o indirectos (2.300 durante las obras, y casi 600 por la explotación comercial). Además, atraerá turistas extranjeros y aportará ingresos adicionales vía impuestos y tasas.

Argumenta que el acuerdo cumple escrupulosamente la ley y constituye "una apuesta" por el Real Madrid, destinado a "favorecer a esa marca" en tanto en cuanto supone un puntal de la economía madrileña. Además, defiende "su criterio político" a la hora de cerrar una operación urbanística que, según cuenta, beneficia a toda la ciudad, pues aumenta las zonas verdes y los equipamientos del distrito de Carabanchel, y "mejora la imagen y calidad arquitectónica del estadio".