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El Getafe rompe con Míchel

El presidente, Ángel Torres, rechaza la renovación del técnico tras dos temporadas al frente del equipo

"A partir del segundo año a todos los entrenadores se les va la olla. Quizá les puede la presión". Esas fueron las palabras del presidente del Getafe, Ángel Torres, cuando el pasado jueves analizaba la temporada y la posible continuidad de Míchel al frente del Getafe. Esta mañana, en el Coliseum, el presidente ha comunicado al técnico que no seguirá en el banquillo azulón la próxima campaña en la que hubiera sido su tercera temporada. Luis García Plaza, el técnico del Levante, es el principal candidato a relevarle en su puesto dentro de una lista en la que también aparece Gregorio Manzano.

El 28 de abril de 2009 Míchel se convirtió en entrenador del Getafe y, a la vez, en entrenador de Primera División. Llegó para salvar a un equipo a la deriva, 17º con 34 puntos, que bordeaba el descenso a falta de cinco jornadas para el final de Liga. "Míchel es el técnico idóneo. Conoce el club, es abonado, tiene las ideas claras y es un tipo de entrenador que gusta a los jugadores. No es un tocahuevos", señaló entonces el presidente azulón, Ángel Torres, ofreciéndole una peculiar bienvenida. La andadura comenzó con una derrota en Mallorca pero el equipo sumó ocho puntos en cuatro partidos y salvó la categoría en la última jornada.

Desde entonces, Míchel ha sumado 101 partidos en el banquillo azulón -81 de Liga, 12 de Copa y 8 de Liga Europa-, más que ningún otro técnico en la historia del club. El balance en Liga es de 31 victorias (22 de ellas en el Coliseum), 17 empates y 33 derrotas (22 de ellas fuera de casa), con 114 goles a favor y 112 en contra. Tras salvar al equipo en su exigente debut en el banquillo, se ganó la continuidad y llevó al equipo a los mejores resultados de su historia la temporada pasada. Bajo su mando el Getafe alcanzó la mejor clasificación en sus siete años en Primera. Un sexto puesto que le daba acceso a su segunda participación europea -la primera conseguida a través de la clasificación en Liga- en un meritorio curso en que el equipo pulverizó los registros de puntos (58), victorias (17) y goles (58) de los azulones en la máxima categoría. El Getafe, además, alcanzó las semifinales de la Copa, en que fue eliminado por el Sevilla, a la postre campeón de aquella edición.

Este año, sin embargo, la andadura azulona se ha parecido más a un viaje en montaña rusa con un final de infarto. En noviembre el equipo estuvo siete encuentros sin conocer el triunfo entre la Liga, la Copa y la Liga Europa. Acto seguido, sin embargo, los getafenses firmaron un histórico final de año con cuatro victorias consecutivas en Liga. Su mejor secuencia en las siete temporadas del equipo en Primera. Pero en 2011 la cuesta abajo fue vertiginosa hasta desembocar en un agónico final de Liga. Una sola victoria en las 15 primeras jornadas del año empujaron a los azulones a las profundidades de la tabla tras coquetear en la primera vuelta con el espejismo de las plazas europeas. En la 34ª jornada, el Getafe se veía por primera vez en sus siete años en Primera sumergido en el fango del descenso. Un empate en Anoeta ante la Real Sociedad le valió la salvación a costa del descenso del Deportivo. El equipo además firmó un discreta actuación en Copa, en que solo fue capaz de pasar la eliminatoria de dieciseisavos ante el Portugalete de 2ªB y desperdició su segunda aventura europea con un triste bagaje de dos victorias, un empate y tres derrotas en la fase de grupos.

"Es raro lo que nos está pasando este año, había un buen equipo, una buena plantilla, pero han ocurrido cosas que no son normales. No hemos estado bien en la Copa ni en Europa, llevamos muchas lesiones y no terminamos de coger ni el ritmo, ni la regularidad", explicó Ángel Torres cuando el rumbo comenzaba a torcerse y se barruntaba el sufrimiento. "El presidente ya sabe lo que va a ocurrir conmigo", espetó entonces Míchel. "La maleta, los rumores y los sustitutos son el pan nuestro de cada día para los que nos dedicamos a esto. También a mí me colocan en otros sitios, incluso en el paro", reflexionó hace un par de meses en un discurso que sonó a despedida.

A Ángel Torres ningún entrenador le ha durado más de dos cursos. Quique y Schuster se marcharon rumbo al Valencia y el Real Madrid, el primero tras un año y el alemán tras su segunda temporada. Laudrup solo apuró un curso y Víctor fue destituido hace tres años a falta de cinco jornadas. Míchel no será la excepción y esta mañana ha dejado de ser técnico azulón.

Michel Getafe
Míchel da instrucciones como entrenador del Getafe durante un encuentro.

"Mi recuerdo de Getafe será agradable y entrañable"

Míchel se ha despedido de los aficionados, medios y trabajadores del club mediante una carta publicada en la página web oficial del Getafe en la que asegura que su recuerdo del conjunto será "agradable y entrañable". "Tras tres temporadas con finales felices y más de un centenar de partidos como entrenador del Getafe, ha llegado el momento de terminar mi vinculación profesional, no así mi relación personal, donde por cariño y agradecimiento jamás podría caer en el olvido de mi estancia en este club", asegura Míchel en un comunicado de tono conciliador. "Las circunstancias felices que han rodeado mi desarrollo profesional entre vosotros, hacen que mi recuerdo sea agradable y entrañable convirtiéndome en un aficionado más, allá donde mi profesión me lleve pero sin olvidar el vínculo imborrable con todos los estamentos representados por el presidente Ángel Torres y las personas con las que he colaborado", añade.

"No querría dejar pasar por alto sin reconocer públicamente el esfuerzo titánico que se hace para que este club siga en Primera División y del cual me siento orgulloso en mi aportación, con la escasez de recursos generales pero con una voluntad, dedicación e imaginación que tiene que ver con el esfuerzo colectivo para sacar resultados tan sorprendentes como valiosos", continúa. "A todos gracias y en especial a aquellos que en el día a día más he tenido que relacionarme, entre los que quiero ensalzar de manera personal a mis jugadores, que han hecho por mí y mis colaboradores mucho más de lo que les pedía. A ellos mi consideración eterna", apunta Míchel, en un texto que culmina con un "hasta siempre" y deseando "la mejor de las suertes" para el Getafe de parte "de un eterno seguidor".

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