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Entrevista:MANICHE | Centrocampista del Atlético | Liga de Campeones

"He aprendido a domar mi carácter"

José Marcos

"¿Y tú qué has ganado?". El exabrupto que le soltó a Javier Aguirre por estas fechas hace un año todavía persigue a Maniche (Lisboa, 30 años). Supersticioso, huye de los gatos negros como de la peste, y muy educado, el centrocampista portugués no parece la bestia que socavó los cimientos del vestuario del Atlético. "He redimido mis pecados", dice.

Pregunta. Vaya fama gasta.

Respuesta. Tengo una personalidad poco común y a veces no encuentro las mismas respuestas políticamente correctas que el resto para expresar mi opinión. Sí, me calenté y le dije cosas que no debía al míster delante de los compañeros. Quise expresar que antes que dar espectáculo hay que ganar. Me equivoqué en las formas. No conté hasta diez, quizás me tenía que haber mordido la lengua... Aunque por otro lado, tengo dos hijas y sé que, aunque les dé la misma educación, no me van a salir iguales. Pues imagínese con un equipo de fútbol.

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P. ¿Le costó reconocer su error?

R. Hay que tener humildad y saber cuándo has metido la pata. Lo que ocurrió levantó mucha tensión. No había condiciones para que me quedara. Era lo mejor para Javier y para mí. Los dos necesitábamos separarnos un tiempo para recobrar la tranquilidad. A la vuelta del verano, le pedí perdón públicamente. No fue tan difícil. Ahora me miro en el espejo y tengo la conciencia tranquila. He madurado y soy otra persona. Aún así, he aprendido a domar mi carácter. Para eso me ayuda mucho leer la Biblia. La tengo conmigo siempre. Me anima y me da fuerzas. Todas las noches leo una página.

P. ¿Algún pasaje preferido?

R. La parábola del hijo pródigo, que se va de casa dando un portazo, y luego el padre le perdona...

P. Y eso que en verano le enseñaron la puerta de salida.

R. Pese a que era casi imposible, mi única opción era seguir aquí. No me planteé quedarme en el Inter, pese a la llegada de Mourinho. Hubo muchas ofertas, pero ninguna cubría mi salario [2,4 millones de euros anuales]. Y Aguirre me dio la oportunidad. No me guarda rencor. Fuimos sinceros, le juré que respetaría todas sus decisiones.

P. Da la impresión de que es un futbolista sin rumbo. Rusia, Londres, Madrid...

R. Cuando llegué al Chelsea tuve una lesión de pubis y me tuve que operar... ¿Pero sabe otra cosa que hice mal? Que tras ganar la Champions dejé el Oporto y me fui al Dinamo de Moscú sin pensar. Era un contrato muy bueno, por cinco años y para no hacer nada más. Me equivoqué. A los cinco meses no quería jugar más allí. Me di cuenta de que el dinero no lo es todo en la vida. Me prometí que no volvería a hacer locuras. Ahora me paso el día en casa, tranquilo, valoro más las cosas.

P. ¿Lo haría si no le hubieran castigado por su insubordinación?

R. Me hubiera sabido mejor haberme quedado en el Atlético y cumplir el objetivo de entrar en la Champions. Llegué a Milán con una sensación desagradable por lo que había pasado. Pero me trataron muy bien. Aprendí a convivir con los demás. Su presidente, Moratti, creyó en mí, me aceptó cuando mi fama decía que era un incorregible. Me enseñó a no ser egoísta. A ser yo mismo. Y encima gané la Liga.

P. ¿Cómo llevó ver la Eurocopa por televisión?

R. Fue un desastre. No esperaba quedarme fuera de la convocatoria, sabiendo que fue por cuestiones que nada tienen que ver con el fútbol.

P. El Atlético notó su ausencia en el centro del campo.

R. Puede ser una coincidencia. Lo que no se puede negar es que la temporada pasada, cuando todavía estaba, hicimos 36 puntos en la primera vuelta. Estábamos entre los tres primeros. Después de irme no sé qué pasó, el fútbol es una incógnita.

P. Encajan muchos goles en los primeros minutos.

R. Lo hemos hablado: tenemos que entrar más vivos, estar más listos. Les damos muchas ventajas a los rivales. Lo damos todo, pero no actuamos como equipo. Tenemos que jugar como amigos.

P. ¿Aunque sea en casa del Liverpool?

R. Rafa Benítez parece dirigir robots, pero si no cometemos errores infantiles podemos sacar algo provechoso. Aunque jugar en Anfield es horrible. Hacen tanto ruido que no te enteras de lo que dice el de al lado.

Maniche.
Maniche.MANUEL ESCALERA

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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