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"Honrad la marca"

César Alierta, "el mejor patrocinador del mundo", bautiza al equipo Movistar dirigido por Eusebio Unzue

No necesitó el presidente de Telefónica, César Alierta, subir al estrado y dar un discurso para convertirse en el eje que definió la presentación, y la filosofía, del equipo Movistar, el proyecto con el que "el mejor patrocinador del mundo" —así le describió Luis Abril, el hombre de Telefónica que ama la bicicleta y su deporte— entra en el ciclismo.

Fue el acto, la aniquiladora arquitectura del monstruoso edificio de oficinas en las afueras de Madrid, una declaración de principios, una ceremonia trascendente en la que los apabullados corredores acataron los nuevos mandamientos, la nueva religión, que sacarán al ciclismo de sus tribulaciones. "Ponemos en vuestras manos lo más valioso de esta compañía, que son sus marcas", les dijo Abril, secretario general de la Presidencia de Telefónica; "honradlas. Es lo único que os pedimos: que las honréis".

Honrar la marca, les recordó Abril, la voz del patrocinador, no significa ganar carreras. "Esta es una operación sin precedentes. Aprovechadla. Haced con tranquilidad, pensándolo muy bien, lo que tenéis que hacer", les fijó. "No tenéis ninguna exigencia de victorias inmediatas", apostilló.

"Si el sponsor no exige imposibles, todo es mucho más fácil", respondió Iván Gutiérrez, el ciclista que hizo de portavoz del conjunto; "son buenas bases las que sienta este equipo".

Abril sabía a quién hablaba, de qué hablaba. El equipo al que patrocina no es un recién llegado, sino la estructura que crearon hace 32 años José Miguel Echávarri y Eusebio Unzue y que dirige actualmente el segundo. El equipo de los años de la inocencia del ciclismo, de los años del Reynolds de Ángel Arroyo, José Luis Laguía, Julián Gorospe, Perico Delgado —los cuatro subieron al escenario también—; el equipo de los años de la madurez de Miguel Indurain —con gripe, no pudo acudir a la presentación—; el equipo de los últimos años, los del cambio de mirada de la sociedad, los años del colmillo retorcido, los años de Abraham Olano y Óscar Pereiro —también presentes—, los años de Alejandro Valverde, quien no estuvo, pero a partir de hoy se entrenará en Mallorca con sus ex compañeros, con quienes espera regresar en enero de 2012, cuando cumpla su suspensión de dos años.

"A este deporte le debemos mucho, muchas horas de emoción viendo la tele, mucho orgullo patrio", contó Abril que le dijo Alierta un día de agosto, cuando se daba por seguro que el Caisse d'Épargne sería la última encarnación del proyecto, para justificar su imperativa exigencia inmediata: "¡Fíchalos!".

Por primera vez en su historia, o casi, ese equipo, al que ya fiscalizó Abril en los años noventa del siglo pasado, cuando trabajaba en Banesto, el banco que los patrocinaba, no cuenta con un corredor con el que pueda aspirar a ganar una de las grandes, Tour, Giro o Vuelta, anteriormente su única razón de existencia, su único sentido (dadas las circunstancias, el ciclismo español tampoco cuenta con un corredor de ese valor). Sus líderes se llaman Xavier Tondo y David Arroyo; su tejido profundo, Txente García y Pablo Lastras; su futuro, Jesús Herrada y Beñat Intxausti. "Correremos diferente de como lo hacíamos antes, cuando pensábamos en la general", dijo Unzue; "iremos al día a día".

Ciclistas del equipo Movistar, junto al presidente de Telefónica, César Alierta (en el centro), el secretario general técnico de presidencia de Telefónica, Luis Abril, y el director equipo, Eusebio Unzue.
Ciclistas del equipo Movistar, junto al presidente de Telefónica, César Alierta (en el centro), el secretario general técnico de presidencia de Telefónica, Luis Abril, y el director equipo, Eusebio Unzue.EFE

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