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Athlétic y Real se enfrentan hoy en homenaje a Iríbar

Si esta tarde se llena San Mamés para despedir a quien durante dieciocho años defendió la portería del Athlétic, Iríbar entregará dieciocho millones de pesetas -un millón por año- al instituto de promoción de la lengua vasca Uzei, que los destinará a la realización y distribución gratuita en centros escolares de un diccionario deportivo eusquérico. Real Sociedad y Athlétic de Bilbao se enfrentarán, a partir de las seis de la tarde, en un encuentro en el que participarán seis titulares del último once de Kubala. Los precios serán más bajos que en la Liga: entre trescientas y mil pesetas

Iríbar quiere que el partido sea, ante todo «un partido serio», y por ello ha preferido no vestirse de corto en esta ocasión. Hubiera sido su partido número 616 en la portería del Athlétic. Y aunque no llegará a ese capicúa, seguirá siendo por algún tiempo el jugador de Primera División que más veces se ha vestido de corto para participar en un partido oficial. Este récord se complementa con el de sus actuaciones interncionales, que fueron 49.En el partido de esta tarde, el guipuzcoano José Angel Iríbar tendrá ocasión de ver una vez más en acción a quien desde hace años considera como su sucesor en la gran tradición de porteros vascos: Arconada. El propio Iríbar ha explicado esta tradición por dos tipos de, razones: la agilidad de reflejos que produce haber jugado en la niñez a pelota en el frontón. y la afición de los chavales a situarse de portero en los partidos jugados en la playa. Los Zubiarrain, Esnaola, Arconada, iniciaron en esos torneos, habituales en las playas de Zarauz o La Concha. Sus nombres se unen a los de Blasco, Lezama, Izaguirre o Carmelo en esa gran tradición de porteros vascos que, por otra parte, no parece agotarse: si se incluyen los suplentes, durante la última temporada ha habido en activo, entre Primera y Segunda División, un total de veintiséis porteros vascos. Pero ninguno de ellos, ni entre los de antes ni entre los de ahora, alcanzó la adhesión popular, la admiración sin limites, que durante tantos años ha suscitado Iríbar.

Su militancia política

Su presencia esta tarde en San Mamés, rodeado por sus amigos de la Real y el Athlétic -y por los 40.000 aficionados que desafiarán los efectos del paso del tiempo volviendo a intentar convencerse de que «como Iríbar no hay ninguno»- servirá para comprobarlo una vez más.La militancia política de Iríbar ha sido objeto de todo tipo de conjeturas. El mismo ha preferido el silencio al respecto, pero en el número de la primera semana del mes de marzo de la revista Punto y Hora de Euskal-Herría, aparecía una amplía entrevista con el ya ex jugador, en la que éste aceptó abordar todos estos temas. A la pregunta «¿Cómo ha sido este proceso tuyo de maduración?», el jugador contesta- «No se trata de concretar demasiado. En definitiva, yo creo que he sido uno más de los que a lo largo de estos años tan ricos en experiencias ha tenido que ir decidiendo por sus propios pasos en las distintas encrucijadas. Yo no puedo separar mi maduración y proceso político de la del mismo pueblo vasco. Puedo decir, sin embargo, que cuando el juicio de Burgos, estaba ya con la inquietud y la solidaridad de muchos compañeros..., pero que, sobre todo, fue lo del fusilamiento de Txiki y Otaegui lo que me hizo posicionarme mucho más. Luego ya intervendría con las gestoras pro amnistía, mesa de Herrí Batasuna y todo lo demás».

En el curso de la misma entrevista admite que su militancia perjudicó su carrera deportiva, y sobre su salida de la selección comenta: «Kubala se portó muy bien. Lo entendió perfectamente. Para mí había llegado un momento de contradicción. Yo no podía estar pidiendo la salida de los presos de la cárcel y saliendo como embajador de España en la selección nacional. En el momento en que di ese paso, que me costó mucho, había una gran represión en Euskadi. No tenía más remedio que hacerlo si quería ser consecuente conmigo mismo. Lo único que pedí es que se llevase aquel asunto con discreción, porque tampoco podía hacer de eso, ni me interesaba, un asunto de publicidad, ni mucho menos. Era una decisión personal muy madurada. A Kubala luego le chincharon por todas partes para que diese otras versiones. Posteriormente, luego, me.quiso llevar otra vez para que jugase mi partido número cincuenta con la selección, Creo que iba a ser precisamente contra Hungría... Me reiteré en mi decisión,.y el cincuenta lo jugué con la selección de Euskadi».

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