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Reportaje:

Isinbayeva vuela en el cielo de Roma

La atleta rusa sitúa el récord mundial de pértiga en 5,03m - Powell sufre una lesión en los abductores, aunque estará en Pekín

No pudo comenzar mejor. En su debut en esta temporada, en Roma, la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva logró ayer rebasar el listón por encima de los 5,03 metros, y añadir de este modo dos centímetros al récord mundial que ella misma poseía desde los Mundiales de Helsinki, en 2005. "Claro que me ha motivado para el récord que dijeran que estaba acabada", declaró tras la hazaña.

Y es que, tras aquel agosto finlandés, vino la sequía. Y también una derrota dolorosa, en pista cubierta, ante su compatriota Svetlana Feofanova. Temiendo estancarse, la saltadora de Volvogrado, de 26 años, decidió dar un giro a su carrera. Se trasladó a Italia, al Federal Technical Center de Formia, confiada en que aún no había alcanzado su techo. Allí comenzó a trabajar con un nuevo técnico, Vitaly Petrov, el entrenador que elevó al ucraniano Sergey Bubka a unos 6,14 metros que nadie ha podido igualar. Los oídos de Isinbayeba retumbaban. Que se había estancado, decían algunos. Que ya no podría saltar mucho más, decían otros. Pero ayer, la campeona olímpica demostró que el cambio de entrenador ha comenzado a dar frutos.

Óscar Pistorius corrió los 400m en 46,62s, y sigue sin mínima para los Juegos
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Isinbayeva empezó a saltar ayer en 4,85 metros, donde el resto ya había fracasado. Tras pasar los 4,95 metros, acechó el récord. A la primera, agua. A la segunda, el éxtasis, la carrera por el Olímpico de Roma con la enseña rusa, la foto con el récord... y la ovación del circo romano. "Tengo una relación especial con ellos. Amo esta pista y este público", dijo Isinbayeva, que el jueves ofreció su rueda de prensa en italiano.

Pese a su récord, el 22º en su carrera (12 al aire libre y 10 en indoor) , Isinbayeva no podrá repetir el jackpot -seis triunfos en otras tantas pruebas de la Golden League- que logró el año pasado de forma conjunta con la cuatrocentista Sanya Richards. Al millón de dólares de recompensa ya sólo optan, en salto de altura, la croata Vlasic y la keniana Jelimo, de 19 años, que se exhibió en los 800 para lograr un triunfo a los ya conseguidos en Oslo y Berlín. Quien dijo adiós al premio fue 1a hispano-nigeriana Josephine Onyia, sexta ayer (12,85s) tras tropezar en la sexto obstáculo en los 110 metros vallas.

El otro protagonista del día fue el jamaicano Asafa Powell. Si hace siete días fue el estadounidense Tyson Gay quien se lesionaba los abductores en los trials de su país, ayer fue el propio Asafa -junto al recordman mundial, Usain Bolt, el tercero en discordia por el oro en los 100 metros de Pekín-, el que sufrió una molestia en las semifinales del hectómetro. El caribeño lideraba la prueba hasta que, a 15 metros de la meta, se frenó y entró casi andando, quinto, con 10,19s. "No es grave, pero sintió calambres en la ingle que le obligaron a parar", explicó su mánager, Paul Doyle, que vio imponerse en la final al portugués Obikwelu (10,04s).

Óscar Pistorius, por su parte, gastó otro cartucho en su carrera hacia Pekín. El surafricano, que a falta de piernas corre con prótesis de fibra carbono, terminó séptimo en los 400 metros con 46,62s y sigue lejos de la mínima (45,95s) para los Juegos. Fue el segundo 400 del día tras el ganado por Jeremy Wariner, que con 44,36s se vengó por apenas una centésima de Merritt, su verdugo en los trials.

La atleta rusa sitúa el récord mundial de pértiga en Roma en 5,03 y apenas dos semanas después lo vuelva a batir para dejarlo en 5,04m
La atleta rusa sitúa el récord mundial de pértiga en Roma en 5,03 y apenas dos semanas después lo vuelva a batir para dejarlo en 5,04mAFP

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