Juande Ramos, destituido
- "La presión el día de un partido me hace explotar la cabeza. No puedo seguir". Kenny Dalglish, al anunciarsu dimisión como entrenador del Liverpool en 1991.
Con cada paso en Europa, los cuatro grandes del fútbol inglés dan la razón a Juande Ramos: la Premier es la Liga más fuerte del mundo. Pero también daba la sensación de que el equipo del español no va a durar mucho en la Premier ni él en Inglaterra. Y anoche mismo el club anunció su despido.
Para todos los que admiran al ya ex entrenador del Tottenham y le deseaban lo mejor, cada partido que disputaba su equipo se volvía una pesadilla. Como si estuvieran cavando su propia tumba. Llegaba el fin de semana, o un partido de la Copa de la UEFA, y los comentaristas decían: "Bueno, ahora sí que el Tottenham va a sacar cabeza". Pero no. El domingo pasado jugaron contra el penúltimo en la tabla, el recién ascendido Stoke City, y perdieron con dos jugadores expulsados. Anclados en el último puesto, con dos puntos en ocho partidos, perdieron también el jueves contra el Udinese en la Copa de la UEFA, lo que provocó una reacción alentadora de su central, el ex madridista Jonathan Woodgate: "La gente dice que somos demasiado buenos para bajar a Segunda, pero no es verdad".
Nadie dice, en cambio, que el Chelsea, el Liverpool, el Arsenal o el Manchester United carezcan de posibilidades, cualquiera de ellos, de ganar la Champions. De los 12 partidos que han disputado en la máxima competición de clubes, los Big Four han ganado ocho y empatado cuatro. El Chelsea ganó esta semana en casa al Roma por 1-0 y los italianos se congratularon de no haber perdido por más; el Liverpool empató con el Atlético en el Calderón y los colchoneros se fueron a casa contentos; el Manchester ganó 3-0 al Celtic en casa y el Arsenal, con una línea de centrocampistas cuya edad media era de 21 años, ganó 2-5 en Estambul al Fenerbahçe de otro español que podría estar en el paro a fin de año, Luis Aragonés.
"Como muchos", dijo Terry Venables hace un mes, "pensé que el Tottenham tenía posibilidades serias de acabar esta temporada entre los cuatro primeros". Venables, ex entrenador del Barcelona, es el Jorge Valdano del fútbol inglés, el ex profesional que mejor habla. La culpa de la debacle no es de Ramos, según Venables; es de los directivos. Esperaron hasta el final del verano para vender a sus dos mejores goleadores, Dimitar Berbatov y Robbie Keane, sin darse tiempo de fichar a jugadores de la calidad necesaria para llenar el enorme hueco que dejaron.
Pero, pasado el tiempo, Ramos, que da la impresión de ser muy frío, tenía que estar al borde de un ataque de nervios, obligado a asumir su cuota de responsabilidad. Tuvo un comienzo tan bueno tras llegar a Londres desde el Sevilla hace exactamente un año -sacó al equipo de la zona de descenso y ganó al Chelsea en la final de la Copa de la Liga- que, como él mismo reconoció, tuvo el lujo de poder dedicar los últimos tres meses de la temporada a planear el equipo para el curso actual. Nunca se imaginó que la moral estuviera tan por los suelos, tan pronto. "Estoy muy enfadado. No me gusta perder", declaró después de la derrota contra el Udinese. Anoche, los directivos del Tottenham, le dijeron adiós.
PREMIER: WBA, 0; Hull, 3. Sunderland, 2; Newcastle, 1. Everton, 1; M. United, 1. Blackburn, 1; Middlesbrough, 1.
