Kaká, de camilla en camilla

El miércoles por la mañana Kaká estaba en Los Ángeles en la concentración del Real Madrid. Ayer por la noche dormía en Amberes en el Hospital Az Mónica junto a su padre, y también representante, Bosco Leite. El jugador brasileño fue intervenido en el menisco externo de la rodilla izquierda -tiene el cartílago afectado- y estará entre tres y cuatro meses de baja. Es decir, no reaparecerá hasta mediados de diciembre si todo sale bien. Iba a ser la temporada de su recuperación. La temporada en la que iba a demostrar que el Madrid no había malgastado 65 millones de euros en su fichaje. Y ahora resulta que se ha parado de nuevo y con otra lesión distinta. Que, según los médicos, no es provocada por "bajar las escaleras".

En su primer año de blanco, a las órdenes de Pellegrini, jugó tan solo siete partidos completos, aquejado durante varios meses de pubalgia. Hasta 68 días se pasó encerrado en el gimnasio sin pisar el césped de Valdebebas. La primera vez en invierno y la segunda después de la eliminación en Champions contra el Lyon. Llegó a tiempo para el Mundial de Sudáfrica. Y aunque no estuvo a su nivel, sí pudo disputar varios partidos sin molestias aparentes. En ningún momento se quejó de la rodilla. Pero la resonancia a la que se sometió primero en Estados Unidos y luego en Bélgica revela que el problema no es nuevo sino que viene de lejos. Es decir, jugó el Mundial con dolores, o lo es que lo mismo, lesionado. En el Madrid quieren creer que lo atribuiría al cansancio sin percatarse de la gravedad de la lesión.

Tras su paso por Sudáfrica nadie sospechaba que a la vuelta de las vacaciones volvería a pararse otra vez. El sábado llegó a Los Ángeles, pero no se puso las botas ningún día. Confesó a su entorno que seguía teniendo dolores en el pubis y durante cuatro días trabajó aparte.

"Kaká sabe que es un jugador importante, tendrá que volver cuando este al cien por cien", explicaba Higuaín. "Lo que desea es encontrarse bien. No hay ninguna prisa para acelerar los tiempos", le hacía eco Casillas. Sus compañeros hablaban de la pubalgia de la que el brasileño no se ha recuperado todavía.

Pero las primeras revisiones médicas efectuadas en Los Ángeles encontraron también un problema en la rodilla. De ahí la decisión de volar a Europa para operarse. Nadie creía que era una lesión grave, hasta ver los resultados de las pruebas. Ante la sorpresa general el jugador abandonó la pretemporada el miércoles por la mañana. A las 7.30 (15.30 hora española) cogió un avión rumbo a Bruselas, vía Atlanta, acompañado por Carlos Díez, el jefe de los servicios médicos del Madrid. Fue un viaje relámpago: a las 10 de la mañana hora española ya estaba en el hospital. Igual de relámpago fue la operación en manos del doctor Marc Martens, especialista en lesiones de rodilla y médico de confianza del brasileño. A él acudía para sus revisiones. Y él le dijo ayer que tiene que seguir trabajando para reforzar la musculatura abdominal si no quiere que la pubalgia se convierta en crónica.

En mayo de 2008 Kaká ya había sido operado en la rodilla izquierda (en el menisco interno) pero no por el doctor Martens. Esa vez el jugador prefirió viajar a Brasil. Llevaba desde agosto de 2007 con molestias y aguantó hasta final de temporada. Luego decidió -en contra de la opinión del cuerpo médico del Milan- operarse con el doctor Runco, médico de la federación brasileña. Según dicen en Italia, no volvió a ser el mismo. En el Madrid tampoco fue el Kaká de hace un par de años, el de la zancada elegante, el que ganó el Balón de Oro. Trece meses después de su fichaje, el Madrid le vuelve a perder de nuevo.

Mientras sus compañeros debutaban en San Francisco (con victoria por 3-2 contra el América mexicano) el brasileño pasaba por el quirófano. El sábado viajará a Madrid. En unos doce días podrá empezar la recuperación. "Perderlo por algún tiempo no será un drama", dijo Mourinho tras el partido. El portugués tiene a otros dos medias puntas: Van der Vaart y Canales y descartó que el club recurriera al mercado para buscarle sustituto.