Kobe y Pau se lucen en Nueva York

Está claro que el Madison Square Garden tiene algo que motiva especialmente a los grandes jugadores que saltan a la mítica cancha de Nueva York. Conocidas por todos son las grandes actuaciones de Michael Jordan cuando jugaba contra los Knicks en su pista. Regie Miller dio épicos triunfos a su equipo, Indiana Pacers, a la vez que se encaraba con Spike Lee. Más recientemente, Kobe Bryant y Lebron James se han acostumbrado a anotar más de 50 o 60 puntos cada vez que visitan la ciudad de los rascacielos.

Y todo iba encaminado a que Kobe repitiese una de sus exhibiciones neoyorquinas en el partido de anoche. Anotó 19 puntos, casi sin fallo, en el primer cuarto y entró en el último periodo con 33, su marca final. No hizo falta más. Los Lakers aumentaron la ventaja que habían mantenido durante todo el partido por encima de los 10 puntos y Phill Jackson decidió que su estrella descansase de la dura batalla del día anterior contra los Celtics, sobre todo con vistas al duelo del próximo domingo contra Orlando Magic, otro de los gallos de la conferencia Este.

El partido del jueves en Boston cargó de moral a los Lakers. Fue su primera victoria ante un rival verdaderamente fuerte esta temporada y, sobre todo, se demostraron a ellos mismos que están listos para competir por el anillo. En Nueva York no dieron opción alguna a los Knicks y controlaron el partido con relativa comodidad.

Kobe Bryant fue suficiente para que los angelinos cobrasen sus primeras ventajas en el primer cuarto. Pau Gasol tomó el relevo en el segundo y anotó 12 puntos en ese periodo. En los Knicks, solo Stoudemire y Felton opusieron resistencia. Demasiado poco para combatir a un Bryant en vena que no necesitó aportar demasiado en los últimos 12 minutos. Gasol acabó con 20 puntos y 6 rebotes y los secundarios de los Lakers -Odom, Bynum y Brown- cumplieron a la perfección estando todos por encima de los 10 puntos.

Los Lakers se encuentran en plena gira por el este , donde en los próximos cinco días juegan tres partidos más. El más duro será el domingo en Orlando y a continuación visitarán a los Bobcats y a los Cavaliers, partidos aparentemente sencillos antes del parón del all star el fin de semana que viene en Los Ángeles.