El Liverpool rompe con Benítez
El club de Merseyside pagará 3,6 millones de euros al técnico para que deje el banquillo tras seis años en el cargo
Tres personas revolvían ayer papeles y configuraban los equipos de la cantera del año próximo en Melwood, ciudad deportiva del Liverpool. El resto de los técnicos del club de Merseyside están de vacaciones. No así la cúpula, con el presidente Martin Broughton a la cabeza, los máximos accionistas Tom Hicks y George Gillet, el director general Christian Purslow y el embajador del club Kenny Dalglish. Una reunión celebrada en la madrugada del miércoles les bastó para despedir a Rafa Benítez (Madrid, 1960), técnico red desde 2004, cuando relevó a Gérard Houllier. Una decisión tomada en silencio hasta el punto de que, ayer por la tarde, varios trabajadores del Liverpool desconocían la noticia por más que su despacho estuviera adjunto al de Benítez.
La mala temporada del Liverpool, con 11 derrotas y séptimo en la Premier, eliminado de la máxima competición europea a las primeras de cambio, y estéril en la Copa, han sido demasiados desgarros para mantener a Benítez en el cargo. Así se lo aclaró el propio Purslow, en una reunión secreta tras el último encuentro liguero ante el Hull City. "Rafa siempre será una parte de la historia del Liverpool al ganar la Champions (2005), pero tras la decepcionante campaña, hemos acordado lo mejor para ambas partes", anunció Broughton, que, según la BBC, se ha ahorrado cerca de 15 millones y medio de euros. Resulta que había una cláusula en el contrato de Rafa que exigía 19,2 millones en caso de despido. Al final, se han quedado en 3,6. "Es muy triste anunciar que no seré más el entrenador del Liverpool. Gracias a todo el cuerpo técnico y a los jugadores por su esfuerzo", señaló ayer el entrenador desde Cerdeña, donde pasa parte de sus vacaciones. "Espero que esta crisis se supere", amplió Reina, tras el partido de la selección ante Corea.
Desde las entrañas del Liverpool señalan que el técnico, aunque con ganas de seguir en el banquillo red, había perdido la confianza de los jugadores. Desde Mascherano -a quien no dejó abandonar el año pasado el club tras las negociaciones con el Barça-, hasta Gerrard o Carragher, pulso y corazón del Liverpool. También se le reprocha no haber logrado la Premier, título que el equipo no obtiene desde 1990 y obsesión de The Kop, hinchas perennes del club y fieles a Benítez. Queda en sus registros, sin embargo, la Champions lograda en Estambul ante el Milan, otra final europea en 2007, la Supercopa de Europa (2005) y, en 2006, la Copa de Inglaterra y la Community Shield. "Guardaré en mi corazón los buenos momentos y el leal apoyo de los fans", convino ayer Benítez; "estoy muy orgulloso de haber sido el entrenador del Liverpool". Y remató con la leyenda del club, convirtiéndola en plural: "You'll never walk alone [nunca caminaréis solos]".
Descartado su fichaje por el Madrid, al presidente del Inter, Massimo Moratti, le brillan los ojos cuando habla de Benítez. "Está muy bien considerado. Pero está atado", señaló la semana pasada. Ya no. Mientras, el Liverpool le ha dejado temporalmente las riendas del equipo a Sammy Lee, asistente de Rafa, que manejará un presupuesto cercano a los 25 millones para fichajes, aunque la deuda del club asciende a unos 420 millones. Y se fijan en técnicos como Louis Van Gaal (Bayern), Cesare Prandelli (Fiorentina), Roy Hodgson (Fulham) o el ex entrenador del Madrid, Manuel Pellegrini.
