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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Tercera jornada

El Madrid menos dramático del año

Solo el debate sobre la gestión de Higuaín y Benzema altera la calma ante la visita del Lyon

Diego Torres

Reina la calma en Valdebebas. Esto es noticia, considerando los precedentes. José Mourinho y los jugadores han sellado un pacto de convivencia pacífica que da frutos. Desde hace tres semanas las relaciones en el vestuario se han consolidado por un compromiso de unión en el que todos vuelven a sentirse partícipes de la empresa. El entrenador se ha distendido en su trato con los futbolistas y los jugadores se encuentran más satisfechos con su papel, más responsabilizados, cosa que se refleja en el campo. En este clima favorable se anuncia la tercera jornada de Champions. Y este Madrid se encuentra más a su aire navegando por la primera fase de la Champions que por la primera mitad de la Liga. Sobre todo, ante adversarios como el Lyon.

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Ni para Mourinho, que lo ha enfrentado seis veces, ni para Casillas, que lo ha medido en ocho ocasiones desde 2005, resulta menos conocido el Lyon que, por ejemplo, el Betis. El Lyon sigue siendo más o menos la misma clase de equipo que se presentó en Chamartín en 2005 con Juninho y Diarra. Vigoroso, bien adiestrado para defender, y muy capaz de sacar provecho de contragolpes y jugadas a balón parado. Conserva los hábitos. Pero su plantilla se ha empobrecido y ha tenido que nutrirse de canteranos con poca experiencia. Sus figuras, Lisandro López y Yoann Gourcuff, no están listas para compensar las carencias. Los dos han tenido problemas físicos. El delantero argentino permanece de baja desde finales de agosto con un tobillo maltrecho. Gourcuff tampoco está bien, pero jugará.

Para el Madrid, el momento es propicio para asestar un golpe al rival que más puntos acumula del grupo y asegurar la clasificación para octavos. Casillas, que compareció junto a su técnico en la conferencia protocolaria de la UEFA, hizo las cuentas ayer: "Sacar cuatro puntos al Lyon [en los próximos dos choques directos] sería prácticamente equivalente a clasificarnos para la siguiente ronda".

Mourinho se animó a hacer un balance. Habló de la clase de equipo que tiene entre manos después de un año de trabajo. "El Madrid siempre ha sido un equipo ofensivo", dijo. "Lo que espero es que sea equilibrado, que juegue bien, para ganar, que no puede ganar todo obviamente porque los jugadores son hombres y pueden tener algún momento menos bueno a lo largo de la temporada. Pero este equipo nunca juega con una tendencia defensiva. Es normal que los equipos mejoren con el trabajo. Nuestras expectativas son ser más fuertes que el año pasado pero no será fácil".

Mourinho se crispó cuando le mencionaron a Higuaín y a Benzema en la misma frase. Como si no quisiera sentirse presionado por la corriente que le empuja a alinear a los dos. "Es un buen momento para ambos", dijo, sombrío. "Es posible jugar con los dos juntos o con uno de los dos. Y también es posible dejarlos a los dos en el banco y alinear a otros atacantes".

La fase de grupos reservó sobresaltos al Madrid desde hace años. Esta vez el pronóstico no anuncia visitas a San Siro ni tormentas de otro tipo. A falta de sumar cuatro puntos de 12, el único drama que agita a Mourinho es la administración de dos de los mejores nueves del planeta.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.
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