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Reportaje:Campeonato de Europa

Mensah-Bonsu, jornalero

Reino Unido confía en el 'ex' del Joventut y salvador en 2007 del Granada

Su sueño de niño era jugar con los Spurs. Pero no con los de San Antonio, los de la NBA. Por entonces no había otros Spurs para Papa Mensah-Bonsu que los futbolistas del Tottenham, el club del barrio londinense en el que creció. "Tipos como Lineker, Gascoigne, Ginola o Klinsmann", recuerda el hijo de unos emigrantes de Ghana, pastores de una iglesia cristiana. Además de en el fútbol, descolló en el salto de altura y logró marcas prometedoras. Pero, con 15 años, se fue a estudiar a Nueva Jersey y todo cambió. "En Estados Unidos fue donde empecé a jugar al baloncesto", explica. Diez años después, Pops, el apodo que le ha quedado, ha logrado un hueco en la NBA y se ha convertido en la gran esperanza de Reino Unido, que hoy se enfrenta a España (21.00, La Sexta).

No jugó al baloncesto hasta que con 15 años se fue a estudiar a Nueva Jersey
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La designación de Londres para los Juegos Olímpicos de 2012 abrió por fin la posibilidad de conseguir una selección de baloncesto de nivel en un país en el que, extrañamente, este deporte nunca arraigó. La inversión en recursos y el objetivo olímpico a medio plazo propiciaron un primer éxito: la clasificación para el Europeo desbancando a rivales de más tradición como Israel, Bosnia y la República Checa. Una proeza gracias al reclutamiento de otros dos jugadores de la NBA, Gordon y Deng, además de Pops. Con ellos las expectativas eran de gran calibre. Pero Gordon, que acaba de fichar por los Pistons de Detroit, y Deng, de los Bulls de Chicago, no han podido formar pareja de base y escolta en el equipo que compite en Polonia.

Mensah-Bonsu, de 25 años y 2,06 metros, tampoco pudo incorporarse hasta el último instante. No ha disputado un solo encuentro de preparación, pero sus cualidades físicas, su capacidad para el rebote y su aceptable mano le permiten erigirse en la figura de un conjunto en el que también destacan Archibald y Freeland, ambos del Unicaja; Betts, ex de varios clubes de la ACB y ahora en el Aris, y Clark, pívot del Estudiantes.

Pops llegó tarde porque, al igual que durante media temporada pasada, se ha buscado la vida en la NBA. En la primavera de 2007, tras concluir la Liga italiana con el Benetton de Treviso, fichó por el Granada para disputar el partido decisivo para la salvación del cuadro andaluz. Sus 22 puntos y nueve rebotes fueron determinantes. El pasado curso le fichó el DKV Joventut, pero una lesión en un hombro precipitó la ruptura. Se fue a Estados Unidos y, tras jugar en una Liga menor, firmó un contrato por diez días con los Spurs, esta vez sí los de San Antonio, antes de fichar por los Raptors de Toronto. Durante el verano sopesó diferentes ofertas hasta que, a punto ya de comenzar el Eurobasket, se enroló con los Rockets de Houston, necesitados de jugadores que vayan al rebote tras la lesión de Yao Ming y la retirada de Mutombo.

No es la primera vez que Pops juega en la NBA. Ya estuvo en Dallas. "Jugué con Nowitzki y Stackhouse, de los que aprendí muchísimo, igual que de Nash, que es de Londres y tiene familiares allí como yo. Si cumplía en el Joventut, cumpliría en la NBA. Tengo nivel", asegura. Mensah-Bonsu es el líder de un Reino Unido que, 28 años después de ser el último, vuelve a un Europeo para afilar sus uñas con vistas a sus Juegos. Ayer, eso sí, perdió ante Eslovenia (59-72) pese a sus 18 puntos y seis rebotes.

Mensah-Bonsu machaca el aro en un partido con los Raptors.
Mensah-Bonsu machaca el aro en un partido con los Raptors.REUTERS

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