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Messi y el Che Guevara

La Pulga habla de temas sociales en una entrevista a una revista argentina

Es común pensar que Messi solo piensa en meter goles, y con frecuencia se le ningunea más allá de los terrenos de juego, por considerársele una persona poco implicada. Pero lo cierto es que la Pulga tiene un perfil solidario que no publicita, pero que le acerca a cuestiones que entroncan con sus humildes raíces. Ayer, sin ir más lejos La Garganta Poderosa, una revista que se distribuye desde Villa Zavaleta, suburbio de Buenos Aires donde la vida es bastante más que difícil, publicó una entrevista con Leo. El delantero del Barcelona retó a quienes le acusan de no defender la albiceleste con sentimiento: "Se dijeron muchas cosas, pero no les doy importancia, no le tengo que demostrar nada a nadie. Yo sé muy bien lo que siento y sé de dónde soy". Y añadió: "Me pasa que voy por otras partes del mundo y me encuentro la camiseta argentina relacionada con mi nombre, y eso es lo máximo. Me emociona ver camisetas o banderas del Che Guevara o de Maradona en cualquier lugar del mundo. Me causa una sensación hermosa", desveló.

Recuerda sus humildes orígenes en una barriada de Rosario: "Intento hacer las cosas bien, porque sé que hay muchos chicos que se fijan en uno y es un orgullo ser un ejemplo para ellos, por lo que hago dentro de la cancha, pero sobre todo por el comportamiento que tengo afuera, siendo humilde, sin olvidar de dónde uno salió y peleándola siempre. La fama y la plata no son lo más importante en la vida, solo importa lo que uno es. Nunca nadie debería perder la humildad. Yo no soy mejor ni peor persona por lo que tengo, ni me creo más que otro, para nada", considera.

Messi aborda abiertamente la adicción a las drogas, un drama que hace estragos entre la juventud, la de Buenos Aires y la del mundo entero. "Si una persona cae en la droga o en el alcohol no es el principal responsable, porque la causa del problema está en la falta de oportunidades. Está así por no haber tenido educación y porque le han faltado muchas cosas", opinó. "Por eso, siempre mi intención fue trabajar con los más chicos, para evitar que lleguen a cometer esos errores. Y aunque a veces uno tiene parte de culpa, jamás es el ciento por ciento. Toda esa situación empieza por la necesidad", confesó. Leo buscó ante el Plzen con ahínco un gol que no llegó. Hubiera sido el equipo número 50 contra el que habría celebrado un gol.

Messi observa a Villa tras el segundo gol del Barça.
Messi observa a Villa tras el segundo gol del Barça.VICENS GIMÉNEZ

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