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Entrevista:DAVID VILLA | Máximo goleador (49 tantos) de la selección española | FÚTBOL | Fase clasificatoria para la Eurocopa 2012

"Messi me ha hecho mejor futbolista"

David Villa (Tuilla, Asturias; 1981) llegó al Barcelona hace un año y se reinventó como delantero. Dejó de ser referente en punta para acomodarse a jugar en la banda izquierda, a la sombra de Messi. Máximo goleador de la selección española (49 tantos), mañana, contra Escocia, cumplirá 80 partidos con La Roja.

Pregunta. ¿Cómo era La Barriada, donde creció?

Respuesta. Es una zona de bloques de mi pueblo. Allí crecí jugando al fútbol en la calle. En cualquier sitio hacíamos una portería con dos piedras. Ahora veo a mis hijas y seguramente tienen muchas más cosas de las que podía tener yo, pero es difícil que se puedan criar en la calle como yo.

P. ¿A qué huele su infancia?

R. A felicidad.

"Ahora soy más completo. Lo que más me ha costado es el trabajo defensivo"
"Cuando estaba un poco perdido en el campo, miraba a ver qué hacía Pedro"
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P. ¿En qué se parecen aquellos partidos al fútbol en el que vive?

R. En la esencia. Yo solo quería ser futbolista, pero he conseguido cosas que no podía ni soñar. Antes era un juego. Ahora, una exigencia. Eso de que lo importante es participar no existe. Siempre tienes que ir a ganar.

P. Dicen que le gusta tanto el fútbol que no desconecta.

R. Cuando estoy con las niñas, sí. Es verdad que me paso más tiempo del que debería pensando en el fútbol, muchísimo más de los entrenamientos, partidos y viajes. Pero me gusta. Menos mal que tengo niñas. Si tuviera niños, aún desconectaría menos, seguro, aunque a mi hija mayor le gusta ver los partidos, ir al campo.

P. Supongo que ayuda que su esposa jugara al fútbol, ¿no?

R. ¡Me conoce desde hace tantos años! Lleva toda la vida conmigo. Me comprende. Sabe cuál es mi profesión y disfruta de ella. Ella jugó hasta los 15 años.

P. ¿Es muy crítica?

R. No. No es de meterse en eso, pero sabe cuándo estoy pasando un mal momento y ahí está.

P. ¿Cómo llevan lo del piso nuevo?

R. [Ríe]. Las obras de palacio van despacio... Por eso le habrá dicho Xavi que me lo pregunte, ¿no? Ahí estamos. Bueno, eso lo lleva más mi mujer, que es la que entiende. Lo que ella diga estará bien. Sabe más que yo y, además, quiero que esté a su gusto. Espero que pronto lo tengamos acabado.

P. ¿Haberse comprado casa es síntoma de su buena integración?

R. Estamos muy a gusto en Barcelona. La verdad es que hemos tenido suerte. En Valencia estábamos fenomenalmente y el cambio siempre tiene un riesgo, pero estamos muy contentos.

P. ¿Cómo lo lleva con los catalanes?

R. Bien. Ya conocía su cultura, la del club... Sabía lo que iba a encontrar y no me ha sorprendido nada. Bueno, una cosa sí, eso que mojan en salsa..., ¡los calçots [cebolletas]! Me dijeron: "Vamos a una calçotada". Y pensé: "¿Dónde?". Eso sí me sorprendió. Pero lo demás, bien. Viniendo de Valencia, incluso estaba acostumbrado al idioma.

P. ¿Cree que en Cataluña se margina al castellano?

R. No, para nada. Más o menos, es como en Valencia. La gente tiene su cultura, habla su lengua y el que llega de fuera se tiene que acoplar. No he tenido ningún problema. Hablarlo es más difícil, pero estuve mucho tiempo en Valencia: entender lo entiendo todo.

P. Un cambio de club lleva consigo cambio de hábitos incluso en el campo... En su caso parecen muy acentuados.

R. Sí, tengo otras labores. Ofensivamente, es lo mismo: desmarcarme a la espalda, estar atento en el área, intentar abrir el campo, alejarme de los centrales... Toda mi vida he tenido que rehuir esa pelea con los centrales porque con mi estatura y mi físico no puedo entrar en según qué pelea. Así que he sacado partido del espacio libre. Pero, defensivamente, es distinto. Estoy orgulloso de haberme acoplado y de disfrutar del fútbol desde una posición que hasta hace poco tiempo no era la mía.

P. ¿Es usted mejor futbolista?

R. Soy más completo, diría yo. Quizá llego menos, pero disfruto mucho. No diría mejor... Diría más completo.

P. Remata menos, pero combina más.

R. Sí. Llego y tengo ocasiones, pero combino más. En el Valencia era la referencia arriba, solo, y mis jugadas eran buscar espacios y acciones de gol. Ahora me vengo al medio, me abro. Es diferente y más completo. Lo más difícil, seguramente, fue pillar el trabajo defensivo.

P. ¿Antes trabajaba menos en el campo?

R. No. He llegado aquí porque he trabajado mucho, lo tengo claro. Nunca fui un delantero de quedarme parado. De serlo, no habría conseguido nada. Es por una cuestión de concepto: saber cuándo presionar, cuándo defender... Esas pautas, esos movimientos que, cuando los vas haciendo mejor y más a su tiempo, te das cuenta de que corres menos. Ya le dije que Pedro me ayudó mucho. En la duda, le miraba. Cuando estaba un poco perdido en el campo, miraba a ver qué hacia Pedrito en el otro lado y me reconducía.

P. También dicen que Abidal le pega más de una voz.

R. Sí, porque Abi tiene más perspectiva y lleva más tiempo con los conceptos asimilados. Me coloca. El portero es el que mejor lo ve. Los delanteros no tenemos esa perspectiva que tiene un defensa. Te falta visión. Abi me ayudó un montón. Pero estoy contento de cómo ha ido todo.

P. ¿Cómo le ha ayudado Pep Guardiola?

R. Si no es por él, no creo que me hubiera adaptado. Con sus charlas en los entrenamientos me ha ayudado a situarme. Él y sus ayudantes me apoyaron muchísimo. Este equipo tiene mucho trabajo. No es consecuencia solo del talento de los jugadores. El míster es el que, al final, acopla ese talento. El día a día del trabajo en el Barça es distinto de todo lo que conocía; la forma de entrenarse y de preparar los partidos.

P. Asegura Xavi que el éxito emana de la humildad.

R. No creo que sea culpa mía. Vengo de una familia humilde y es lo que aprendí en el día a día. Mi mujer también es así y así tratamos de educar a nuestras hijas. No creo que tenga más mérito porque soy como soy. Es así de sencillo. Me enseñaron que con esfuerzo siempre puedes ser mejor en lo que hagas y no sé de otro camino.

P. ¿Qué pretende mejorar ahora, en este segundo año?

R. Todo lo que hago en el campo creo que lo puedo hacer mejor que el año pasado. Siempre he tenido la mentalidad de mejorar, y más en el fútbol, porque cada día las cosas son más difíciles, la gente se prepara mucho y, si tú no te renuevas, si no vas un poco más allá, te quedas en el camino. Y más en el Barcelona, en el que la exigencia es enorme y cada rival juega como si fuera el partido más importante del año.

P. Su promedio goleador ha mejorado.

R. El gol tiene un componente de suerte incontrolable. Un día la mandas al córner como en Praga y otro la metes por la escuadra como en Wembley.

P. ¿Ese es su mejor gol como barcelonista?

R. Coincidió todo. Me metió en la historia de un club tan grande como el Barça: en 50 años seguirá ahí; cuando alguien se acuerde de Wembley, saldré yo. Por el resultado, por lo bonito del gol, porque era el último a Van der Sar... Eso lo pensé luego, no caí, pero que sea el último en marcar a un portero de su trascendencia en la historia del fútbol me hace ilusión. Fue una final fantástica, entre los dos mejores de Europa ese año. Me siento orgulloso del gol, de cómo jugué. Pero, por encima de todo, de la manera de jugar. Hicimos pequeño a un equipo tan grande como el Manchester United y eso parece imposible. Está a la altura de pocos.

P. ¿El gesto que define a esta plantilla es el de Puyol cediendo el brazalete a Abi en Wembley?

R. Seguramente. Y en muchos que no se vieron, pero ese es uno, qué duda cabe. Lo de Abi fue absolutamente inesperado. Era como un sinsentido. Al principio, cuando me lo dijo Manel [Estiarte], no me lo podía ni creer. Pero, gracias a Dios y sobre todo a él, el vestuario salió adelante. Él nos unió más. Lo de Puyi solo está al alcance de una gran persona con un gran corazón. Yo me di cuenta arriba. Todo el mundo ha soñado con levantar la Copa en Wembley y él se la cedió a Abi.

P. ¿Le molesta que se manche ese éxito?

R. Estamos por encima de eso. Sabemos por qué llegamos, lo que hicimos bien para llegar... Lo demás me da igual.

P. Parece mentira que en un año como ese, campeones del mundo en Sudáfrica y de Europa en Wembley con el Barça, el futbol español saliera manchado.

R. Más por fuera. Los futbolistas hemos estado tranquilos sabiendo lo que hay. Obviamente, se han visto cosas que no son bonitas, pero es normal en partidos de tanta tensión, en los que te juegas tanto. Bueno, no sé si la palabra es bonita... Ha habido cosas que no me han gustado ni a mí ni a nadie, pero bueno...

P. Este año parece que van a seguir peleando el Barça y el Madrid, que la Liga es bipolar.

R. La Liga te la ganas cada domingo. Contra el Madrid solo juegas dos partidos. Pero es evidente que el Madrid es un equipo fortísimo, que lleva mucho tiempo reforzándose muchísimo con jugadores espectaculares. El reto de ganar al Madrid es cada vez más grande porque es cada vez mejor. Pero podemos hacerlo.

P. ¿Quién cree que juega mejor, el Barça o la selección española?

R. Jugamos diferente. Es parecido, pero distinto. Pero está claro que, hoy en día, pienso que el Barça y la selección hacen el fútbol más vistoso.

P. ¿Es Xavi la piedra angular de los dos equipos?

R. Xavi sería la piedra angular en cualquier equipo del mundo. En cualquier generación. No en esta: en las anteriores o las futuras. Es único. Gran parte de que el Barça y la selección jueguen tan bien es suya por lo que imprime.

P. La diferencia la marcaría Messi.

R. Seguramente.

P. Tengo un amigo que sostiene que Messi debería jugar un tiempo con cada equipo.

R. Puede ser. Es excepcional. El míster lo dijo: de Leo no se habla, hay que verlo. Yo no he visto en mi vida algo semejante: cada día crees que ya no se puede superar, que ya lo has visto todo, y a la mañana siguiente hace otra. Es un tipo muy humilde al que no se le ha subido el éxito a la cabeza; con una familia muy humilde, que siempre está con él; ves por su manera de ser que saben de dónde vienen, con unas raíces muy fuertes... Más allá de cómo juega, hay un Messi compañero excepcional que se gana nuestro cariño no solo por lo que nos da en el campo, sino también, y más importante, por cómo comparte en el vestuario, por cómo es.

P. ¿Cómo es Messi?

R. Es un jugador que exige mucho al que está a su lado porque siempre tienes que estar atento. A veces, parece imposible que te vea y él te ha visto. Debes estar preparado para lo imposible cuando juegas con Leo porque, además, no es lo que él hace, es lo que hace hacer a los demás. Mete un montón de goles, pero genera muchísimas más cosas al equipo: baja, abre espacios, tiene un último pase sensacional, es generoso... Es una maravilla jugar a su lado. Sinceramente, jugar al lado de Leo me ha mejorado. Mire, yo sé que el día de mañana, cuando salgan imágenes de Leo y yo aparezca cerca, podré decir: "Yo jugué con Leo Messi". Es un privilegio.

P. Perdone, pero ¿lo de cantar de dónde le viene?

R. No sé... Siempre me ha gustado la música y cantar, supongo que como a todo el mundo. Pero, como grabé un tema con Ana Torroja para una acción benéfica, de la que por cierto estoy muy orgulloso... Me vacilaban mucho sobre que si era mi voz o no... Así que, al final, me tocó cantar en el Camp Nou en un momento de inconsciente felicidad.

P. Ante 100.000 personas. Eso solo lo han logrado Lluís Llach, Zubi y Valdés.

R. No sabe la vergüenza que pasé. En mi pueblo dicen: "Zapatero, a tus zapatos". Así que... mejor me dedico a meter goles.

David Villa.
David Villa.ALEJANDRO RUESGA
Villa, el mes pasado, ante Liechtenstein en Logroño.
Villa, el mes pasado, ante Liechtenstein en Logroño.RICARDO ORDÓÑEZ (REUTERS)

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