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Michelin critica a la FIA por volver a permitir el cambio de los neumáticos

Oriol Puigdemont

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) le ha hecho un guiño a Michael Schumacher y Ferrari tras su año lleno de penumbras deportivas. El ente automovilístico acaba de dar marcha atrás a la decisión que tomó la temporada pasada de prohibir el cambio de neumáticos durante las carreras y en el nuevo curso aceptará que los pilotos dispongan de siete juegos de neumáticos para utilizar a su antojo durante el fin de semana. La decisión ha aliviado a Schumacher y Ferrari mientras Michelin, la firma francesa que suministra los nenumáticos al campeón Fernando Alonso, se siente maltratada.

"La nueva reglamentación es incoherente con la política de la FIA de reducción de costes", denuncia un comunicado difundido ayer por Michelín. "Con la nueva norma, los costes aumentarán en un 15% y, una vez más, ilustran los problemas de incoherencia en las decisiones tomadas por la FIA en materia de F-1", prosiguió la nota de Michelin, muy molesta por considerar que las tareas de desarrollo de los compuestos de 2005 pueden caer en saco roto. Los cinco títulos mundiales consecutivos del Kaiser y su bólido rojo se vieron truncados esta temporada a favor del torbellino azul de Alonso. El rendimiento de los bólidos del cavallino rampante bajó en picado al tiempo que las otras escuderías, en especial Renault y McLaren-Mercedes, se pusieron las pilas para tratar de acabar con la hegemonía de Ferrari.

Consciente de que los paseos de Schumacher allí por donde rodaba su bala roja podían hacer caer el interés por el gran circo, la FIA decidió introducir una serie de cambios en el reglamento para 2005. El más relevante de ellos residía en la imposibilidad de cambiar los neumáticos en el transcurso total de la carrera. Ferrari lo acusó en demasía. Los neumáticos Bridgestone de los bólidos italianos, cuyo rendimiento en 15 giros no tenía nada que envidiar a los Michelin, cayó en picado con la nueva norma, y los Ferrari con ellos, si bien no es achacable sólo a las gomas el fiasco de los monoplazas de Maranello esta temporada. Schumacher y Ferrari se frotan las manos.

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