Millonarios y proletarios

"No creo que en Argentina se pueda hablar de millonarios. En España, tampoco". La frase es de Eduardo Abad, gerente del Sestao (Segunda B), uno de los dos grandes representantes futbolísticos de la margen izquierda vizcaína —el otro es el Barakaldo—, cuna del proletariado de los siglos XIX y XX y foco de la industrialización del País Vasco. A él se le ocurrió cambiar la segunda equipación —la primera es verdinegra— por la franjirroja del River Plate, argentino, como homenaje al club que les dio el segundo nombre cuando vive su peor momento por su descenso a Segunda.

"Yo soy del River vizcaíno y del argentino", afirma Abad, "pero se trataba de apoyar al equipo que inspiró nuestro segundo nombre cuando se refundó el club". Al Sestao, en Bizkaia, siempre se le ha llamado el River. Todo nació en el curso 1954-1955, cuando el entonces Sestao Sport ascendió a Segunda coincidiendo con una gira triunfal del River Plate por Europa. De ahí que los sestaoarras comparasen ambos éxitos.

Cuando en 1996 desapareció por las deudas, el club se refundó y adoptó el nombre de Sestao River. Ahora, su segunda camiseta, la del equipo argentino, lleva detrás un lema-guiño a los millonarios de su homónimo: "Aguante River". "El mensaje debía reflejar el espíritu argentino más que el estilo nuestro. Un homenaje total", recuerda Abad. El domingo, ajeno a las supersticiones de la jornada 13 en un domingo 13, se estrenó ante el Guijuelo: 1-1.

Cuando se eligió la segunda indumentaria, la noticia llegó a Argentina y el chat del diario Clarín abrió conversaciones entre aficionados del River y bosteros del Boca con el Sestao de por medio.

"Desgraciadamente, las solicitudes de camisetas —unas 1.000, a 42 euros— no se corresponden con las peticiones en firme, unas 200", reconoce Abad. Mucho tiene que ver el número con las escasas posibilidades de distribución de una entidad con 600.000 euros de presupuesto, 1.400 abonados y un millar de aficionados de promedio en cada partido.

Desde la margen izquierda y proletaria vizcaína se denominaba a Neguri, enfrente, en la derecha, Costa Rica a sabiendas de que allí vivían los dueños de las fábricas. Costa Rica podría parecer ahora el River Plate, los millonarios. "Un estereotipo como el de que Boca representa a los humildes. Nada es como antes", matiza Abad. En algo coinciden los millonarios argentinos y los proletarios de Sestao: su objetivo es subir de categoría... deportiva.