Mínima rebaja para Mourinho

Viajó temprano por la mañana, declaró ante el Comité de Apelación de la UEFA durante más de cinco horas y hasta le dio tiempo para llegar y terminar el entrenamiento de la tarde en Valdebebas. José Mourinho voló a Nyon acompañado por Jean-Louis Dupont (el famoso letrado del caso Bosman). Defendió el técnico del Madrid lo que lleva diciendo desde el pasado 27 de abril, día de la ida de la semifinal de la Champions contra el Barcelona en el Bernabéu (0-2). Que él no acusó a nadie (aquel día arremetió contra una supuesta conjura de la UEFA para que el Madrid no llegara a la final), sino que simplemente se limitó a formular unas preguntas que no tuvieron respuestas. Escuchados sus argumentos, la UEFA decidió perdonarle un poquito. Le quita un partido de los cinco con los que le había sido sancionado (lo supedita a cómo se comporte en los tres próximos años), pero mantiene la multa contra él (50.000 euros) y contra el club (20.000).

El portugués fue castigado por acusar al organismo europeo de favorecer al Barça

Mourinho fue suspendido por la UEFA el pasado 6 de mayo por sus declaraciones tras el partido contra el Barcelona. El árbitro expulsó a Pepe y el técnico irrumpió enfurecido en la sala de prensa. Acusó a diestro y siniestro. A la UEFA, al Barça y a Pep Guardiola. "No sé si será porque al Barça le patrocina Unicef, o porque son más simpáticos, o porque Villar [presidente de la federación española y vicepresidente de la UEFA] tiene mucha influencia. El hecho es que ellos tienen una cosa muy difícil de conseguir, que es el poder", soltó a la primera. "Hoy se ha visto que es una misión imposible... Ellos tienen que jugar la final. Y punto. El fútbol es para jugar con reglas iguales para todos y hoy queda demostrado que nosotros no tenemos ninguna posibilidad. ¿Por qué no dejan a los otros equipos jugar contra ellos?", soltó a la segunda. Y después arremetió también contra Guardiola. "Ha ganado una Champions que a mí me daría vergüenza ganar. Porque la ganó con el escándalo de Stamford Bridge", afirmó refiriéndose a la primera Liga de Campeones ganada por el técnico azulgrana, en 2009. Y concluyó: "Si digo lo que pienso del árbitro y de la UEFA, en este mismo momento termina mi carrera".

Por esas acusaciones, "por vulnerar los principios de lealtad, integridad y deportividad del artículo 5 del reglamento", el máximo organismo europeo le sancionó con cinco partidos y una multa de 50.000 euros. De esos cinco partidos uno estaba sujeto a un periodo de observación de tres años. Desde ayer, serán dos los partidos que quedan bajo vigilancia. De los otros tres, Mourinho ya descontó uno en la semifinal de vuelta en el Camp Nou, por lo que ahora solo le quedan dos. Es decir, podrá sentarse en el banquillo a partir del tercer encuentro de la liguilla de la Champions, que empezará a mediados de septiembre.

Mourinho lleva tres meses repitiendo que no entiende por qué fue sancionado, que nadie se lo explicó. Por eso decidió no volver a comparecer en la sala de prensa. Karanka le sustituyó durante un mes. El portugués rompió su silencio en la pretemporada en Estados Unidos. Por primera vez no habló de la UEFA ni de la sanción. Sí lo hizo a principios de junio en una entrevista en la Cadena SER. Aseguró que estaría dispuesto incluso a acudir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). "El mío es un caso único. He sido sancionado sin saber por qué. Ha pasado más de un mes y todavía no sabes por qué y no tienes derecho a saber por qué, a defenderte, a argumentar. No tienes derecho absolutamente a nada. He sido sancionado antes de ser juzgado. Voy a ir al TAS porque estoy con los derechos. Soy un ciudadano y, como tal, tengo derecho a una defensa", manifestó. Ayer, la UEFA sí le permitió defenderse y argumentar. En el Madrid, de momento, no saben si finalmente acudirá al TAS.