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Mollo el velocista

El extremo, que destaca por su rapidez y desborde, llega por un millón y es el fichaje más caro del Granada

En Mónaco le apodaban Cristiano. No tiene el desborde ni la pegada ni el disparo del portugués. Tampoco posee la zancada ni el gancho mediático de la estrella del Real Madrid y, ni mucho menos, aglutina la legión de seguidores que desfila tras los pasos de CR. Sin embargo, Yohan Mollo (Martigues, Francia; 1989) reúne pequeñas dosis de todos esos atributos. "Es una contratación importante. Ha sido muy difícil traerlo al Granada", admite Juan Carlos Cordero, secretario técnico del club andaluz; "en Francia ya había adquirido caché y le seguían muchos equipos de Italia e Inglaterra".

Después de llamar la atención en el Mónaco y reafirmarse en el Caen, en el que jugó cedido la última campaña, el joven extremo francés, de 22 años, ha optado por embarcarse en el ilusionante proyecto granadino. "No es un jugador de futuro, sino de presente", defienden desde el club. De etnia gitana, su juego dista mucho del de su primo, el cañonero Andrè-Pierre Gignac, que le guió desde Toulouse en sus primeros pasos por el tapiz del estadio Louis II de Mónaco. Mucho más menudo que el ariete, pero más explosivo, arranca siempre desde el extremo, su hábitat natural.

"Es muy vertical y como puede salir por los dos perfiles, es complicado frenarle. Nunca sabes por dónde te puede salir", apunta Cordero. "Su mayor virtud es su potencia en la arrancada y en carrera. Desborda por velocidad, no por su técnica. Es un jugador de espacios", matiza José Alfonso Morcillo, preparador físico del equipo. De figura hercúlea, acostumbra a trazar diagonales desde ambos flancos (es diestro, aunque su predilecto es el izquierdo para chutar a pierna cambiada) y a adornarse en exceso. "Es muy echao palante, muy descarado", añade.

Eléctrico con la pelota, destaca sobre todo por su fortaleza pese a no tener excesiva envergadura (mide 1,75). Sus cuádriceps, muy voluminosos, dan prueba de ello. "Tiene una gran musculatura, muy equilibrada, que en el cuerpo a cuerpo le permite salir airoso y aguantar las entradas", remarca Morcillo; "su complexión es muy atlética, similar a la de un velocista de distancias cortas". Internacional sub 21 con Francia, acumula 76 partidos en la Ligue 1 desde que debutase con 19 años en las filas del Mónaco.

En Granada, pese a la primera impresión de altivez que transmite, están encantados con el fichaje de mayor relumbrón (un millón de euros) que ha efectuado el club hasta el momento. "Parece buen chico", indica Cordero; "incluso llegó unos días antes de firmar, con el traspaso aún en el aire, para conocer la ciudad. Se ha adaptado muy bien al grupo". Un bloque en el que coincidirá con dos compatriotas suyos, Nyom y Pamarot, y en el que no se admiten divismos. "Para eso está el cuerpo técnico", subraya el secretario técnico, que, deseoso de espectáculo, ya se frota las manos. El taconazo y la bicicleta, arte dominada por Mollo, llegan a Los Cármenes.

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