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Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

"Mourinho vete al teatro"

El Camp Nou responde con cánticos irónicos al técnico portugués

Àngels Piñol

Y el Camp Nou, al final, tras contenerse todo el partido, después de haber ignorado olímpicamente a José Mourinho durante casi 80 minutos, cantó al ritmo de guantanamera: "Vete al teatro, Mourinho vete al teatro, vete al teaaaaaaatro, Mourinho vete al teatro". No suele ser el estadio azulgrana tan ocurrente pero ayer, con sutil ironía, le devolvió a Mourinho el dardo que envió desde Londres cuando no se le ocurrió nada más que decir esto. "¡Messi ha hecho teatro!", exclamó aludiendo a la entrada que Del Horno hizo sobre el argentino "¡Vosotros (los periodistas de Barcelona) lo sabéis perfectamente. Allí hacéis teatro de calidad y Messi habrá aprendido en los buenos". Tan mal ganador como mal perdedor, Mourinho no perdió ni un ápice de su arrogancia al digerir su eliminación. "El año pasado, el Barça vio los cuartos de final por televisión y nosotros jugamos. Y este año será al revés. Quizá algún equipo italiano pueda ganar el título pero deseo que sea campeón el Benfica, porque soy buen portugués".

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Fiel a su estilo, Mourinho rescató su peor ideario y volvió a asirse a los árbitros para justificar la eliminación. No hay derrota que no achaque a los hombres de negro. El técnico portugués recordó que el Barça, en cuatro partidos, no ha podido vencer al Chelsea en igualdad numérica. Mourinho se refería a que las dos veces que el Barça ganó a su equipo (2-1 hace un año y 1-2 hace dos semanas) su equipo se quedó diezmado por las expulsiones de Drogba y Del Horno. Los otros dos partidos acabaron 4-2 y ayer, 1-1. "Si llegamos a marcar cinco minutos antes, no perdemos. Carvalho, Gallas y Terry han estado insuperables", apuntó Mourinho. Olvidaba algo fundamental: que su equipo, más que en defensa, debía estar bien en ataque porque necesitaba remontar la eliminatoria. "La verdad", concluyó, "no me voy decepcionado. La eliminatoria se decidió en la ida y no ha sido una gran sorpresa".

Con poco tiempo para ofrecer sus explicaciones, ya que los responsables de prensa del Chelsea sólo aceptaron cuatro preguntas,Mourinho volvió a referirse a sus declaraciones sobre el teatro de Messi. Cuando se le preguntó por el posible teatro de Terry en el penalti que dio lugar al empate en el partido de ayer, el portugués comentó: "El Barcelona tiene grandes teatros, pero Londres es, después de Nueva York, la ciudad más importante en cuanto a espectáculos".

Con sus provocaciones, Mourinho quiso tender una trampa al Camp Nou pero la estrategia no le salió bien. Dio la sensación de que la grada maduró con la misma intensidad que el equipo y le dedicó una enorme indiferencia. Excitado ante la posibilidad de ganar dos títulos por primera vez en años, el público se dedicó a animar al equipo y a ignorar al portugués. Quizá quedaba la duda de si su figura crearía un ambiente hostil como suscitaron la vuelta como madridistas de Laudrup o Figo pero Mourinho nunca fue tan querido como ellos y no dejó apenas rastro futbolístico en el Camp Nou. La grada hizo caso a Rijkaard a medias: no ovacionó al portugués pero ahogó los aislados insultos que le dedicaron los radicales. Sin embargo, el cántico final fue definitivo. Mourinho se fue afirmando: "No he visto mejor equipo que el nuestro". Lampard, más generoso, afirmó: "Me gustaría volver a jugar con Ronaldinho. Es fantástico verle".

Mourinho y Rijkaard, en el partido de ayer.
Mourinho y Rijkaard, en el partido de ayer.

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