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Murió Filbá tras permanecer dos meses en una UVI

Joan Filbá Fernández falleció en la madrugada de ayer, a los veintiséis años de edad, en la UVI de la residencia del Valle de Hebrón, como consecuencia de un accidente de coche que sufrió hace dos meses. Filbá nació en Mataró, vistió en veinticinco ocasiones la camiseta internacional de baloncesto y, tras sus primeros pasos en Mataró, pasó a jugar al Joventut, y posteriormente al Cotonificio y Manresa. En la presente temporada tenía suscrito contrato con la OAR, de El Ferrol.

Pese a la gravedad del accidente y el delicado estado del jugador, se mantenían esperanzas sobre su recuperación. No pudo ser, y el baloncesto español, en puertas de comenzar la 25 edición de la Liga, se vistió de luto ante tan trágica noticia.Se temió desde los días siguientes al accidente sobre el futuro de este jugador, nacido en esa inagotable cantera que siempre fue Mataró. Se habló de total paralización, de hombre poco menos que irrecuperable para la vida normal. A partir de entonces, la solidaridad con Filbá se hizo patente, hasta el extremo de que Luis Miguel Santillana, que fue compañero suyo en el Joventut, ofreció los beneficios de su homenaje para el mataronés.

Igualmente, el presidente del OAR, Juan Fernández, se apresuró a sufragar todo tipo de gastos, pese a que Filbá aún no había vestido la camiseta del conjunto gallego, aunque curiosamente siempre fue anfitrión en ideas y sugerencias y su crecimiento a todos los niveles es evidente.

Joan Filbá destacó en primer lugar por sus 207 centímetros, y aprendió a jugar en Mataró. A los veinte años alcanzó la internacionalidad absoluta, después de haber figurado en selecciones inferiores. Con el equipo de Díaz-Miguel debutó el 21 de mayo de 1975 en Bilbao, en un partido amistoso frente a Canadá, en el que la selección perdió por 94-102. Filbá no hizo un solo punto. Cuatro días más tarde se repetía el partido en Lugo, y entonces la victoria sonrió a España por 88-66, y el pivot internacional sumó diecisiete puntos. Después participó en el europeo de ese mismo año, que se disputó en Yugoslavia, y también en el de 1977, en Bélgica. Su último encuentro internacional fue en Lieja frente a Finlandia. Su récord de anotación con la selección lo obtuvo en los Juegos Mediterráneos de Argel (1975) frente a Grecia, con veinticinco puntos.

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