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TENIS | COPA DE MAESTROS

Nadal tropieza otra vez con Soderling

El número dos del mundo no pudo con su verdugo en el último Roland Garros y pierde en dos mangas (6-4;6-4)

Cuando ha acabado el partido , Rafael Nadal se ha quedado haciendo una cosa extraña: firmaba autógrafos en la oscuridad de un pasillo pese a que había perdido por un doble 6-4 contra el sueco Robin Soderling en su primer encuentro del Torneo de Maestros. Esa acción fuera del guión ha sido, quizás, el resumen más adecuado de tan raro partido. El español lo perdió cediendo el juego definitivo de cada manga en servicios que dominaba por 40-30. Fue por delante en el segundo set, tuvo opciones de dominarlo, y como no lo hizo, se dejó por el camino parte de su bien ganada fama de tenista con instinto asesino. Nadal vio cómo el sueco le entreabría varias veces la puerta del partido. Él, sin embargo, nunca logró derribarla. Dice el español que le falta autoconvencimiento. Pocos partidos reflejarán mejor su diagnóstico que el que ha abierto para él el último torneo de la campaña.

Para empezar, Nadal sólo ganó 2 de los primeros 14 puntos. Soderling no necesitó para lograr esa distancia, traducida en un 3-0, más que la contundencia de la que ha hecho marca. La pista no favorece al español porque su pelota no coge altura. La superficie, sin embargo, nada tiene que ver con sus 24 errores no forzados, ni con su 60% de primeros saques, ni con que a su juego le falte profundidad y peso, las armas con las que acular a tenistas de rompe y rasga como el sueco. Los jugadores gustan de usar una expresión para explicar las pelotas que les son más dañinas. "Esa bola corre mucho". Esta tarde, en ocasiones, la de Nadal andaba.

El mallorquín, que ahora corre el riesgo de perder el número dos del mundo a favor de Novak Djokovic, está hoy lejos del jugador que dominó el circuito cuando arrancó el curso. Fue entonces el rey, un tenista infalible en las circunstancias más amargas, solidísimo en la línea de fondo, espectacular cuando tocaba a la carga. Cada día que pasa se acerca ahora a la burguesía: juega muy correctamente, muy bien en ocasiones, sigue teniendo puntos geniales y defensas estertóreas, pero falta continuidad y concreción en las pelotas que marcan distancias.

Sólo una cosa frena ese descenso. Nadal ya ha sido "enterrado" varias veces en su carrera. La última, el año pasado por estas mismas fechas, sin ir más lejos. No jugó el torneo de maestros de 2008. Se perdió, lesionado en las rodillas, la final de la Copa Davis. Y varias semanas después se proclamó campeón del Abierto de Australia.

Nadal se lamenta durante el partido ante Soderling.
Nadal se lamenta durante el partido ante Soderling.FP
El español, durante el partido
El español, durante el partidoAFP

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