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Reportaje:Tenis

Nueva York bien vale un revés

Nadal, con problemas en el golpeo, cae en Cincinnati antes del Abierto de EE UU

Hay veces que una cicatriz duele más que una herida abierta.

Rafael Nadal se despidió en cuartos del torneo de Cincinnati ante el chipriota Marcos Baghdatis por 6-4, 4-6 y 6-4. Fue una escabechina de favoritos: a poco más de una semana para que arranque el Abierto de Estados Unidos, el serbio Novak Djokovic se inclinó por 6-4 y 7-5 ante el estadounidense Andy Roddick; el británico Andy Murray por 6-7, 6-1 y 7-6 ante el estadounidense Mardy Fish, y Nadal, romísimo al revés y con un servicio que requiere de ajustes, se despidió ante Baghdatis.

El español, que sumó más de 40 errores no forzados, jugó en Cincinnati con un vendaje y una plantilla especial para proteger su pie derecho, dolorido por las llagas. Eso dificultó sus apoyos a la hora de ejecutar el revés y el saque, y despertó en su cabeza memorias de grandes sufrimientos. Hace un año, justo en estas fechas y tras un parón de duración similar al de este verano -alrededor de un mes-, el mallorquín se rompió el abdominal y llegó bajo mínimos al Abierto de Estados Unidos. La tirantez que ahora siente en la zona tras la inactividad y las ampollas del pie derecho le hicieron jugar con reparos. El revés de Cincinnati, doloroso como derrota, le procurará sin embargo la posibilidad de recuperarse y trabajar de cara a la cita de Nueva York.

"Ahora tengo una semana para trabajar y mejorar. Tengo que ser más consistente"

"Y está claro", dijo; "que mi juego debe mejorar si quiero tener opciones allí. Tengo una semana para trabajar y mejorar la confianza en mi revés. También debo trabajar en el saque. Tengo que ser un poco más consistente".

Nadal jugó en Cincinnati protegiéndose el revés. Eso le obligó a abusar del cortado, extendiendo una invitación al ataque de los rivales, y a cometer más errores con la derecha, con la que intentaba sustituir ese golpe. Así perdió sitio en la pista. Así pareció moverse peor de lo que realmente se mueve. Y así sintió una presión desmesurada cada vez que iniciaba el peloteo con segundo saque. Como dijo el mallorquín: "El revés cambia todo mi juego. Lo positivo es que he acabado el torneo jugando mejor que al inicio".

El español buscará ahora el único grande que le falta. El suizo Roger Federer, sin embargo, seguía anoche jugando en Cincinnati, apremiado por la necesidad de defender su título de 2009, aún lejos en su pensamiento la cita neoyorquina. Lo mismo le ocurre al argentino Juan Martín del Potro: ausente de las pistas desde enero por una lesión de muñeca, el campeón de 2009 anunció ayer que no disputará el Abierto.

Rafael Nadal, durante su partido contra el chipriota Baghdatis.
Rafael Nadal, durante su partido contra el chipriota Baghdatis.EFE

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